"Porque sin duda alguna... el amor prohibido... es el más placentero..."

miércoles, 17 de agosto de 2011

Capitulo 2 de Bloodlines en Español

Como muchos saben ya se publicaron los 4 primeros capitulos de Bloodlines , aqui traduciremos los capitulos ^^ , este es el Capitulo 2 que aún falta terminar e iremos actualizando a medida que tengamos los caps traducidos . Esta traduccion esta hecha por el Staff de Vampire Academy Perú con el fin de ayudar a aquellas fans que se les hace dificil entender el ingles, no lo realizamos con ningun otro fin y NO TRADUCIREMOS EL LIBRO BLOODLINES por respeto a Richelle Mead . Disfrutenlos!!



Capitulo 2

Un par de personas jadeo, sin duda porque Keith había usado el término "amante de vampiros." Ninguna de las palabras era terrible por sí sola, pero juntas... bueno, representaban una idea muy censurable debido a lo que significaba ser un alquimista. Nosotros protegemos a los humanos de los vampiros. Estar del lado de estas criaturas era lo peor de lo que podíamos ser acusados. Incluso cuando los otros alquimistas me habían interrogado antes había sido muy cuidadoso con su uso de las palabras.
Las palabras que uso Keith eran casi obscenas. Horowitz pareció enojado por la manera en la que se habían referido sobre mí y abrió la boca para dar una réplica igual de mortal. Después de darnos una mirada rápida a Zoe y a mí, pareció reconsiderarlo y permaneció en silencio. Michaelson, como sea, no pudo evitar murmurar -Protégenos a todos- He hizo el signo contra el mal.
Sin embargo, no fue el insulto de Keith lo que me paralizo (a pesar de que me provoco un escalofrío). Fue el comentario anterior de Stanton. Sabemos que pidieron a Zoe.
¿Keith había solicitado a Zoe para este trabajo? Mi decisión de mantenerla alejada de esto creció a pasos agigantados. La idea de que ella se fuera con él me hizo apretar mis puños. Todo el mundo podía pensar que Keith Darnell era un chico perfecto, pero yo sabía mejor la verdad. Ninguna chica, menos mi hermana, debía ser dejada sola con él.
-Keith- Dijo Stanton, una pequeña advertencia sonaba en su voz -Respeto tus sentimientos, pero no estás en posición de hacer ese pedido-
Él se ruborizo -¡Palm Spings está a mi cargo! Tengo derecho a decidir que se hace en mi territorio-
-Puedo entender por qué te sientes de esa manera- Dijo mi padre. Increíble. Si Zoe o yo hubiéramos cuestionado la autoridad como Keith lo había hecho, nuestro padre no habría dudado en decirnos nuestros "derechos", o más bien, que no teníamos ninguno.
Keith había pasado un verano con mi familia, algunos alquimistas solían hacer eso mientras estaban en entrenamiento, y mi padre lo había tratado como el hijo que nunca había tenido. Incluso, habían habido diferencias entre su manera de ser con él y con nosotras. El tiempo y la distancia no habían disminuido eso.
-Palm Springs puede ser estar a tu cargo- Dijo Stanton -Pero este asignamiento viene de lugares en la organización que están muy por encima de tu alcance. Eres esencial para la coordinación, si, pero no tienes la última palabra aquí- A diferencia mía, sospechaba que Stanton había golpeado a un par de personas en sus días, y creo que quería hacerlo con Keith ahora. Era cómico que ella fuera mi defensora, en especial porque estaba bastante segura de que ella no se había creído mi historia de usar a Rose para progresar en mi carrera.
Keith parecía visiblemente calmado, se debía haber dado cuenta de que su explosión infantil no lo iba a llevar a ningún lado. -Lo entiendo. Pero estoy preocupado por triunfo de esta misión. Conozco a las dos chicas Sage. Incluso antes del "incidente" de Sydney, tenía serias dudas sobre ella. Pensé que al crecer cambiaria, por eso no dije nada en todo este tiempo. Ahora veo que estaba equivocado. Volviendo, creo que Zoe es una mejor elección por la posición familiar. No te ofendas, Jared- Le dio a mi padre lo que supuse que era una sonrisa encantadora.
Mientras tanto, se estaba haciendo difícil esconder mi incredulidad. -Zoe tenía 11 años cuando estuviste con nosotros- Dije -¿Cómo pudiste sacar esas conclusiones?- No le creí ni por un instante lo de sus "preocupaciones" por mí. No iba a caer en eso. Era probable que él se hubiera preocupado por el último día que estuvo con nosotras, cuando lo confronte por el oscuro secreto que tenia. Eso, estaba segura, era por lo que estaba haciendo todo esto. Quería que guardara silencio. Mi aventura con Rose era solo una excusa para lograrlo.
-Zoe siempre estuvo avanzada para su edad- Dijo Keith -Lo decías a veces-
-¡Zoe nunca ha visto un Strigoi, menos a un Moroi! Probablemente se paralizaría si lo hiciera. Eso le pasa a muchos de los alquimistas- Señale -A quien envíen tiene que ser capaz de estar cerca a ellos, y no importa de lo que pienses de mis razones, estoy acostumbrada a ellos. No me gustan, pero se como tolerarlos. Zoe solo tiene lo básico de la educación, y solo ha estudiado en nuestra casa. Todos dicen que esto es un trabajo serio. ¿Quieren arriesgarse a fallar porque enviaron a alguien sin experiencia y temores sin fundamentos?-
Acabe, orgullosa por permanecer calmada y ofrecerles un argumento muy razonable.
Barnes se removió incomodo -Pero si Keith tuvo dudas años atrás...-
-El entrenamiento de Zoe es suficiente para que pueda arreglárselas- Dijo mi padre.
¡Hace cinco minutos mi padre me había apoyado! ¿Había alguien escuchándome? Era como si fuera invisible ahora que Keith estaba en la habitación. Horowitz había estado ocupado limpiando y guardando sus herramientas para los tatuajes, pero levanto la vista para burlarse de la observación de Barnes.
-Dijiste las palabras mágicas "años atrás" Keith no pudo ser mucho más mayor de lo que son estas chicas ahora- Horowitz cerró su caja de herramientas y se apoyo casualmente en la pared, con los brazos cruzados. -No dudo de ti, Keith. No exactamente. Pero no estoy seguro de la opinión que puedas tener de ellas cuando eran unos niños-
Para la lógica de Horowitz, él estaba diciendo que yo era aun una niña, pero no me importo. Había dicho sus comentarios de una manera sencilla y fácil de entender, sin embargo Keith se quedo mirándolo como un idiota. Keith lo sabía, también, y se volvió totalmente rojo.
-Estoy de acuerdo- Dijo Stanton, quien se estaba poniendo impaciente. -Sydney quiere mucho esto, considerando que tendrá que tendrá que vivir con un vampiro-
¿Lo quería mucho? No exactamente. Pero haría lo que sea con tal de proteger a Zoe cueste lo que cueste y restaurar mi credibilidad. Si eso significaba frustrar a Keith Darnell en el camino, entonces...
-Espera- -Dije, repitiendo las palabras de Stanton -¿Dijiste vivir con vampiros?-
-Si- Dijo Stanton -Incluso si ella se está escondiendo, la chica Moroi tiene que aparentar tener una vida normal. Pensamos que mataríamos dos pájaros de un tiro si metíamos a alguien a la escuela privada con ella. Hacerse cargo de su educación e instinto. Hicimos arreglos para que fueran compañeras de habitación-
-Eso no significa... ¿Eso significa que tendré que ir a la escuela?- Pregunte, sintiéndome confundida -Me acabo de graduar- De la secundaria, al menos. Le había dicho varias veces a mi padre que me gustaría ir a la universidad pero me dejo en claro que él no pensaba que lo necesitara.
-¿Ven?- Dijo Keith, saltando ante la oportunidad -Es muy grande. La edad de Zoe coordinaría más-
-Sydney pude pasar por senior. Tiene la edad correcta- Stanton me apoyo una vez más -Además, estudiaste en casa, ¿no?
Esto será una nueva experiencia para ti. Podrás ver lo que te perdiste-
-Probablemente será fácil para ti- Dijo mi padre a regañadientes -Tu educación fue superior a la que cualquier lugar te podría haber dado- Buen cumplido ambiguo, papá.
Tenía miedo de mostrar que tan incomodo se me estaba haciendo este acuerdo. Lo resolví mirando a Zoe, lo que cambio mi pensamiento, pero las complicaciones seguían creciendo. Repetir la secundaria. Vivir con un vampiro. Mantenerla como testigo protegido. No me incomodaba estar cerca a un vampiro, pero compartir habitación con uno, incluso si era Jill, era desconcertante. Otra complicación vino a mi mente.
-¿También serás un alumno encubierto?- Pregunte a Keith. La idea de prestarle mis notas me daba nauseas.
-Claro que no- Dijo, sonando insultado -Soy muy mayor. Seré el enlace local para la misión- Estaba segura de que él había creado ese título en ese momento -Mi trabajo es ayudar en las coordinaciones del trabajo y reportar todo a mis superiores. Y no lo voy a hacer si ella va- Miro a todos a la cara cuando hablo, pero no cabía duda sobre quiere era ella. Yo.
-Entonces no se- Dijo Stanton francamente -Sydney va a ir. Esa es mi decisión, y voy a argumentar ante las autoridades superiores que estás de acuerdo. Si está en contra de su asignamiento, señor Darnell, me encargare personalmente de su transferencia fuera de Palm Springs y no tendrás que acordar nada con ella nunca más-


Todos los ojos quedaron puestos en Keith, y él asintió. Me di cuenta de que ella lo había hecho caer en una trampa. Tuve que imaginar que era por el clima que Palm Springs no tenía mucha acción vampírica. El trabajo de Keith debía ser bastante sencillo, cuando me toco trabajar en San Petersburgo tenía que hacer mucho control de daños. Ese lugar era un refugio de vampiros, al igual que algunos otros lugares en Europa y Asia donde mi padre me había llevado de viaje. Ni siquiera voy a hablar de Praga. Si Keith era transferido, no solo corría el riesgo de tener más trabajo si no que le podía tocar uno de los peores lugares. Porque a pesar de que Palm Springs no era un lugar deseable por los vampiros, sonaba como un lugar asombroso para los humanos.


La expresión de Keith lo confirmaba. Él no quería dejar Palm Springs. -¿Qué pasa si mientras estamos ahí tengo una razón para sospechar de ella por traición, de nuevo?-


-La reportas- Dijo Horowitz, moviéndose inquieto. Era obvio que él no estaba impresionado con Keith -Lo que haría cualquiera-


-Podría adelantar el entrenamiento de Zoe en ese tiempo- Dijo mi padre, casi disculpándose con Keith. Era claro de qué lado estaba. No era del mío. Ni siquiera del de Zoe, realmente. -Entonces, si crees que Sydney está fallando la puedes remplazar con ella-


Me estremecí al notar que Zoe seguía atada a esto. Si mi padre la estaba manteniendo en espera significaba que aun no estaba fuera de peligro. Los alquimistas podrían poner sus garras en ella, así como Keith. Me prometí que no importaba lo que me tomara, aunque tuviera que darle uvas en su boca, no le daría razones a Keith para dudar de mi lealtad.


-Bien- Dijo, la palabra sonó como si le estuviera causando dolor -Sydney puede ir... por ahora. Pero estaré vigilándote- Fijo su mirada en mí -Y no voy a cubrirte. Vas a ser responsable y mantendrás a la chica vampiro en línea y le darás de comer-


-¿Alimentarla?- Dije sin comprender. Claro, Jill necesitaría sangre. Por un momento, toda mi confianza vacilo. Era sencillo hablar sobre andar con un vampiro a solas cuando no pensabas en lo que los hacia lo que eran. Sangre. Era terrible, su necesidad natural de alimentarse para existir. Una horrible imagen lleno mi mente. ¿Se suponía que tenía que darle mi sangre? No, eso era ridículo. Esa era una línea que los alquimistas nunca cruzábamos. Tomando aire, trate de ocultar mi pequeño momento de pánico. -¿Cómo piensan alimentarla?-


Stanton señalo a Keith con la cabeza -¿Le explicas?- Me pareció que ella le estaba dando una oportunidad de sentirse importante, de subir su autoestima luego de su derrota. Él fue de lleno en eso.


-No vamos a tener solo un Moroi viviendo en Palm Springs- Dijo Keith. Mientras hablaba me di cuenta que su despeinado cabello estaba cubierto de gel, lo que le daba un brillo viscoso. No me parecía atractivo en lo más mínimo. Además, no confiaba en un chico que usaba más productos para el cabello que yo. -Y si me lo preguntas, él está loco. Pero es un loco inofensivo, y eso que ninguno de ellos es inofensivo. Es alguien mayor que vive a las afueras de la ciudad. Él no depende del gobierno Moroi y no está asociado con nadie, así que no le va a decir a nadie que están ahí. Lo más importante, tiene un alimentador que está dispuesto a compartir-


Fruncí el ceño -¿Realmente quieren que Jill pase el rato que está en contra del gobierno Moroi? La misión es mantenerla a salvo. Si la llevan donde un rebelde, ¿cómo sabremos que él no la va a tratar de usar?-


-Eso es un buen punto- Dijo Michaelson, viéndose muy sorprendido.


No tenía la intención de destruir el plan de Keith. Mi mente había ignorado eso, fijándose solo en un potencial problema y señalándolo. Por la mirada que me dio, pensé, era como si lo hubiera hecho a propósito para que descartaran su idea y hacerlo quedar mal.


-Obviamente no le diremos quien es ella- Dijo, la furia brillaba en sus ojos -Eso sería estúpido. Y él no está de parte de nadie. No es parte de nada. Está convencido de que los Moroi y sus guardianes lo dejaron, así que no quiere nada con ninguno de ellos. Le conté una historia sobre como la familia de Jill tiene sentimientos antisociales, así que lo comprendió-


-Está bien ser cautelosos, Sydney- Dijo Stanton. Había un destello de aprobación en sus ojos, como si le complaciera defenderme. Esa aprobación significaba mucho para mí, considerando la intensidad con la que siempre actuaba ella. -No podemos asumir nada sobre ellos. Sin embargo confirmamos todo sobre ese Moroi con Abe Mazur, quien está de acuerdo con que es inofensivo-


-¿Abe Mazur?- Se burlo Michaelson mientras se rascaba su barba canosa -Si, estoy seguro que él es un experto sobre quién es y quien no es inofensivo-


Mi corazón se sacudió ante la mención del nombre, pero intente no mostrarlo. No reacciones, no reacciones. Le ordene a mi rostro. Después de un profundo respiro, pregunte muy, muy cuidadosamente. -¿Es Abe Mazur el Moroi que viene con Jill? Lo conocí antes... pero pensé que habían dicho que era un Ivashkov quien venía con ella- Si Abe Mazur iba a vivir en Palm Spring, eso cambiaria las cosas significativamente.


Michaelson se burlo -No, nunca te enviaríamos con Abe Mazur. Él solo está ayudando a la organización con este plan-


-¿Qué hay de malo con Abe Mazur?- Pregunto Keith. -No sé quien es-


Estudie a Keith muy de cerca mientras hablaba, buscando un poco de decepción. Pero, no. Su expresión era inocente, solamente curiosa. Sus ojos azules, o más bien ojo, mostraba confusión, lo que contrastaba con su usual arrogancia. Él nombre de Abe no significaba nada para él. Solté el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo.


-A canalla- Dijo Stanton categóricamente. -Sabe muchas cosas que no debería. Es útil, pero no confió en él-


¿Un canalla? Eso era subestimarlo. Abe Mazur era un Moroi cuyo apodo en Rusia, Zmey la serpiente, decía todo. Abe había hecho muchos favores para mi, favores que me costaron un enorme riesgo para mí misma. Parte del pago había sido ayudar a Rose a escapar. Bueno, él lo llamó pago, yo lo llame chantaje. No tenía intención de cruzar camino con él de nuevo, en especial porque tenía miedo de que fuera lo siguiente que me pediría. La parte frustrante era que no tenía a quien pedirle ayuda. Mis superiores no reaccionarían bien si se enteraran, eso solo se sumaría a mis otras actividades con vampiros, había hecho tratos con ellos.


-Ninguno de ellos es confiable- Señalo mi padre. Hizo la señal contra el mal de nuevo, dibujando una cruz con su mano izquierda en su hombre derecho.


-Sí, bueno, Mazur es el peor- Dijo Michaelson. Él bostezo, recordándonos a todos que era la medianoche. -¿Está todo listo, entonces?-


Hubo murmullos de asentimiento. La expresión tempestuosa de Keith demostraba cuan infeliz estaba sobre el camino que habían tomado las cosas, pero no hizo más comentarios para evitar que fuera yo la elegida. -Supongo que nosotros podemos irnos ahora- Dijo.


Me tardo un segundo darme cuenta de que con "nosotros" se refería a él y yo. -¿Ahora?-


Él se encogió de hombros. -Los vampiros estarán en camino pronto. Tenemos que ver que todo esté seguro para ellos. Si tomamos un desvió, podríamos estar ahí mañana en la tarde-


-Genial- Dije rígidamente. Un viaje en auto con Keith. Ugh. Pero, ¿qué más podía hacer? No tenía elección en esto, y aun si la tuviera, no estaría en posición de pedirle algo a otro alquimista. Había jugado todas mis cartas esa noche, y tenía que creer que estar con Keith era mejor que tener que volver a tomar el entrenamiento. Además, había luchado una gran batalla para probarme a mi misma y para evitar que vaya Zoe. Tenía que continuar mostrándome dispuesta a todo. Mi padre me dio una mochila con el mismo entusiasmo con el que me ordeno ponerme presentable, antes.


Deje a los otros hablando y corrí en silencio a mi habitación, aun consciente de que mi madre estaba durmiendo. Gracias a los viajes sorpresa que mi padre me había hecho hacer durante mi infancia, era una experta en empacar rápido y eficientemente. De hecho, siempre tenía una bolsa de artículos de aseo empacados. El problema no era la velocidad, sino el preguntarte que tanto debías llevar. No me habían especificado la duración del asignamiento, y tenía la impresión de que nadie lo sabía. ¿Estábamos hablando de un par de semanas? ¿El año escolar entero? Había escuchado a alguien mencionar que los Moroi querían derogar la ley que ponía en peligro a Jill, pero eso parecía un proceso legal que tardaría un tiempo. Para empeorar las cosas, ni siquiera sabía que vestir en la secundaria. Lo único de lo que estaba segura era de que haría calor. Termine empacando diez de mis trajes más ligeros y espere que pudiera ir a la lavandería.


-¿Sydney?-


Estaba poniendo mi laptop en su bolso cuando Zoe apareció en la puerta. Había rehecho sus trenzas para que se vieran mas ordenadas, y me pregunte si lo había hecho para impresionar a nuestro padre. -Hey- Dije, sonriéndole. Entro a la habitación y cerró la puerta tras ella. Estaba complacida de que viniera a despedirse. La iba a extrañar y quería hacerle saber que...


-¿Por qué me hiciste eso?- Me reclamo antes de que pudiera decir algo -¿Sabes lo humillada que estoy?-


Me sorprendió y me quede sin habla un momento -Yo... ¿de qué estás hablando? Estaba tratando de...-


-¡Me hiciste quedar como una incompetente!- Dijo. Estaba sorprendida de ver lagrimas en sus ojos -¡Continuaste hablando de cómo no tengo nada de experiencia y no podía soportar escucharte a ti y a papá! Quede como una idiota frente a los otros alquimistas y Keith-


-Keith Darnell no es alguien a quien debas querer impresionar- Dije rápidamente, tratando de controlar mi temperamento. Viendo su expresión de rabia, suspire y repetí la conversación que habíamos tenido en el estudio. No había tratado de hacer lucir mal a Zoe más que para mostrar que no era la indicada para mandar lejos. No pensaba que ella lo tomaría así. -Mira, no estaba tratando de avergonzarte, estaba tratando de protegerte-


Soltó una dura carcajada, y la ira sonó extraña saliendo de alguien tan gentil como Zoe. -¿Es como lo llamas? ¡Incluso dijiste que querías un ascenso!-


Hice una mueca. Si, había dicho eso. Pero no le podía decir la verdad. Ningún humano debía saber la verdad acerca del por qué había ayudado a Rose. Mintiéndole a mi propia sangre, especialmente a mi hermana, me dolía, pero no había nada que pudiera hacer. Como siempre, me sentía atrapada en el medio. Así que ignore el comentario.


-Nunca intentes ser un alquimista- Dije -Hay mejores cosas para ti haya afuera-


-¿Por qué no soy tan lista como tú?- Pregunto -¿Por qué no hablo cinco idiomas?-


-Eso no tiene nada que ver- Respondí -Zoe, eres maravillosa, ¡probablemente serias una buen alquimista! Pero créeme, la vida de los alquimistas... no quieres ser parte de eso-


Quería decirle que lo detestaría. Quería decirle que nunca sería responsable de su propio futuro y que nunca podría tomar decisiones propias. Pero mi sentido del deber me lo impido, y me mantuve en silencio.


-Lo seré- Dijo -Ayudare a protegernos de los vampiros... si papá lo desea- Su voz vacilo un poco, y de repente me di cuenta de que era lo que la impulsaba a querer ser un alquimista.


-Si quieres agradarle a papá, encuentra otra forma. La causa de los alquimistas puede ser buena, pero una vez que eres uno de ellos, les perteneces- Desee poder explicarle como se sentía -No quieres esta vida-


-¿Por qué lo quieres todo para ti?- Me reclamó. Ella era unos centímetros mas baja que yo pero su furia la hacía ver inmensa.


-¡No! No quiero... no lo entenderás- Dije finalmente. Quería mover mis manos en un gesto de desesperación, pero me contuve como siempre.


La mirada que me dio me dejo congelada. -Oh, creo que lo entiendo perfectamente- Se dio la vuelta y salió apurada de la habitación, aun sin hacer ruido. Su temor a molestar a nuestro padre me hizo enojar.


Camine hasta donde había estado ella y me sentí terrible. ¿Como podía pensar que estaba tratando de llevarme la gloria y hacerla quedar mal? Porque eso era exactamente lo que estabas haciendo, señalo una voz dentro de mí. Supongo que tenía razón, pero nunca espere que ella se sintiera ofendida.


Nunca había imaginado que ella estuviera interesada en ser una alquimista. Incluso ahora, me sorprendería que su deseo fuera más por ser parte de algo, y probarse a sí misma y a nuestro padre que ella deseaba tomar esta misión.


Cualquiera que fueran sus razones, no había nada que pudiera hacer ahora. No me gustaba la manera en la que los alquimistas habían hecho un trato sobre mí, pero todavía estaba convencida de que era para proteger a los humanos de los vampiros. Y definitivamente creía en poder mantener a salvo a Jill de su propia gente y evitar una guerra civil.


-¿Por qué te demoraste tanto?- Pregunto mi padre cuando regrese al estudio. Mi conversación con Zoe había durado unos minutos, lo que era dos minutos demasiado largos para él. No hice el intento de responderle.


-Estoy listo para parir cuando tú lo estés- Me dijo Keith. Su humor había cambiado mientras estaba arriba. La amabilidad manaba de él ahora, con tanta intensidad que nadie la reconoció como falsa. Al parecer había decido mostrarse más amable conmigo, todo para impresionar a los otros o para evitar que dijera lo que sabía sobre él. Aunque tuviera esa sonrisa plástica. Había una rigidez en su postura por la manera en la que cruzaba los brazos que me decía, y a nadie más, que no estaba feliz de ir conmigo al igual que yo. -Puedo conducir la mayor parte del viaje-


-No me molestaría hacer mi parte- Dije, tratando de no mirar su ojo de vidrio. Además no seria cómodo ser llevada en un auto manejado por alguien que tenía un problema para percibir defectos a la distancia.


-Me gustaría hablar con Sydney en privado antes de que se vaya, si está bien- Dijo mi padre.


Nadie tenía problemas con eso, y él me llevo a la cocina, cerrando la puerta tras nosotros. Estuvimos en silencio por unos momentos, mirándonos con los brazos cruzados. Me atreví a desear que tal vez fuera a recibir una disculpa por como habían estado las cosas entre nosotros el último mes, que me dijera que me perdonaba y que me quería. Honestamente, me hubiera hecho feliz si él simplemente quisiera darme un privado y paternal adiós.


Me miro con atención, sus ojos marrones eran idénticos a los míos. Esperaba nunca tener la misma mirada fría que él. -No tengo que decirte cuán importante es esto para ti, para todos nosotros-


Demasiado cariño paternal-


-No señor- Dije -No debe-


-No sé si podrás deshacer la desgracia que nos trajo sobre nosotros el que huyeras con ellos, pero esto es un paso en la dirección correcta. No arruines esto. Estas siendo probada. Sigue las órdenes. Mantén a la chica Moroi fuera de problemas- Suspiro y pasó sus dedos por su cabello rubio oscuro, que también había heredado. Era extraño, pensé, teníamos muchas cosas en común... pero éramos muy diferentes -Gracias a Dios, Keith está contigo. Sigue sus órdenes. Él sabe lo que hace-


Me puse rígida. Había una nota de orgullo en su voz de nuevo, como si Keith la mejor cosa que caminaba sobre la tierra. Mi padre se había encargado de que mi entrenamiento fuera minucioso, pero cuando Keith estuvo con nosotros, mi padre lo llevo a viajes y le dio lecciones de las que nunca fui parte. Mi hermana y yo habíamos estado furiosas. Siempre habíamos sabido que a mi padre lamentaba haber tenido solo hijas, y eso estaba comprobado. Pero no eran los celos lo que hacía rechinar mis dientes y hervir mi sangre ahora.


Por un momento pensé, ¿Qué pasaría si le dijera lo que sabía? ¿Que pensaría de su chico dorado? Pero al mirar en los ojos de mi padre tuve mi respuesta. Nadie me creería. Eso fue seguido de la voz de una niña asustada, pidiéndome y mirándome con unos grandes ojos marrones. No lo digas, Sydney. Hagas lo que hagas, no digas lo que hizo Keith. No le digas a nadie. No podía traicionarla a ella de esa manera.


Mi padre aun estaba esperando por mi respuesta. Tome un respiro y asentí. -Sí, señor-


Elevo sus cejas, claramente satisfecho y me apretó el hombro. Eso era lo más cercano a una muestra de afecto. Me estremecí, tanto por la sorpresa como debido a lo rígida que estaba por la frustración. -Bien- Él avanzo hasta la puerta de la cocina donde se detuvo para voltearse a verme. -Quizás aun hay una esperanza para ti-

4 comentarios:

  1. no entiendo hay otro libro que no han sacado que es bloodlines???? cuando sale a la venta o por lo menos en internet??????

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  2. a lo que nos referiamos era que solo traduciriamos los 4 primeros caps no todo el libro ^^

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  3. Hay esto se pone interesante que es lo que hizo ese Keith me intriga grrrrrrrrrrrrr

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