Ya hay alguien que ha leido el libro y ha publicado su primera impresion, contiene algo de spoiler.
Bueno, eso es lo que necesitaba después de una semana alocada. Gracias a la gente de Penguin por conseguir esto para mi justo en este momento. Hicieron mi semana.
Así que, Bloodlines de Richelle Mead comienza casi inmediatamente después de finalizado Last Sacrifice, el último libro de la saga original Vampire Academy. Digo "original" porque esta es su saga spin-off (Lo digo para esos 5 fans de VA que no lo saben). Bloodlines cuenta las desventuras de Sydney Sage y compañía, de cómo se mudan de casa a Palm Springs, California. La compañía está formada por un diverso grupo de personas: Adrian Ivashkov, Jill Dragomir, Eddie Castile, y un nuevo personaje (un Alquimista) Keith Darnell. El grupo es forzado a tomar esta decisión debido a que un grupo de personas muestra su desacuerdo con la nueva reina, Lissa Dragomir, la hermana de Jill. Jill es el único lazo familiar que mantiene a Lissa en el trono... y hay quienes están dispuestos a eliminar dicho obstáculo para continuar con su propia agenda política.
Actuando como escolares, Sydney, Jill, y Eddie entran en la preparatoria Amberwood. Los estudiantes tienen una tendencia con los tatuajes metálicos y están locos por un local llamado “Nevermore”. Sydney empieza a sospechar sobre los secretos de los Alquimistas, sobre todo cuando se entera de que los colores tienen la capacidad de mejor el rendimiento...así como las habilidades psicotrópicas. Sydney quiere llegar al fondo de esto, especialmente si significa un compromiso con la seguridad Alquimista.
Hay más, pero son demasiados spoilers. Aquí están mis comentarios...
Mead tiene una habilidad mágica para contar la historia. Es obvio en Vampire Academy (y en los libros de Dark Swan) que le encantan los relatos elaborados. Hay mucha pasión en su trabajo. En Bloodlines, Mead hace una perfecta transición de una saga a otra, casi como si no hubiera un cambio. Sentí como si acabara de terminar el libro de VA, a pesar de que las historias (y el tono) son distintas. Para aquellos de ustedes que no ven la diferencia... créanme, lo hace. Es un talento poco común y creativo poder escribir una saga casi perfecta y luego seguir con un spin-off muy fuerte.
Me emocione mucho cuando me di cuenta que Sydney iba a ser un componente muy fuerte en la saga. Ella era uno de los personajes que quería conocer más cuando acabara la saga VA. Sydney, para que conste, es el polo opuesto de Rose Hathaway, la heroína de la saga anterior. Sydney sigue las reglas y la lógica, mientras que Rose es un caos y muy impulsiva. Pero, Sydney es igual de buena como narradora. Sydney tiene una ventaja que es "asustar como el demonio a veces", de acuerdo con un personaje. Sydney tiene también una devoción casi maniática hacia los Alquimistas. Sus matices religiosos tienen un matiz supersticioso por eso. Esto es debido a su estricta educación. Su padre, al parecer, no era un hombre amable.
Sera interesante ver cómo se desarrolla este personaje. En estos momentos ella está luchando contra dilemas morales de cosas que siempre creyó que estaban mal. Sydney es completamente en blanco y negro, no tiene escalas grises. Estoy intrigada sobre lo que hará Mead para hacerla cambiar... Quiero que Sydney tenga una evolución a escalas volcánicas. Espero que Mead, impresionantemente, sea capaz de eso.
Es más que un placer estar de vuelta en este mundo, y de nuevo con Jill y Adrian. He hablado poco de ellos, pero en realidad… estoy esperando ver qué sucede con ellos estratégicamente hablando. Por ahora, 5 estrellas de 5. Brillante comienzo.
...y estoy desesperada por el siguiente libro! - BP
Fuente: Bibliopunkk
