"Porque sin duda alguna... el amor prohibido... es el más placentero..."

domingo, 21 de agosto de 2011

Capitulo 4 de Bloodlines COMPLETO

Capitulo 4

Abe tiene el tipo de apariencia que podría dejar a mucha gente sin habla , incluso si ellos no saben nada acerca de él.
Ajeno al calor de afuera , el Moroi estaba vestido con un completo traje y corbata .El traje era blanco , por lo menos , pero aun así parecía caliente . Su camisa y corbata eran de color purpura , como la rosa metida en el bolsillo. Oro brillaba en sus oídos y en su cuello .El era originario de Turquía y tenia mas color que la mayoría de los moroi pero aun así era más pálido que los humanos como yo y Keith .La tez de Abe actualmente me recordaba a una persona morena que había estado enferma por un tiempo.
“Hola”, dije rigidamente.
Su sonrisa se partió en un mueca .”Me alegro de verte de nuevo”
“Siempre es un placer “. Mi mentira sonó robótica , pero esperaba que fuera mejor que sonar asustada
“No , no “, dijo el “El placer es todo mío”.
“Si tu lo dices” dije , esto lo divirtió mas
Keith se había congelado de nuevo , así que me acerqué al viejo Moroi y extendí mi mano para que por lo menos pareciera que uno de nosotros tenia modales “¿Es usted Mr. Donahue? Yo soy Sydney Sage ”
Clarence sonrió y estrechó mi mano con su arrugada mano. No retrocedí , a pesar de que el impulso estaba allí . A diferencia de la mayoría de los moroi que había conocido , él no oculto sus colmillos cuando sonrió , lo que casi me hace perder la expresión. Otro recordatorio de que no importaba cuan humanos ellos parecieran a veces, estos seguían siendo vampiros.
“Encantado de conocerte”- dijo “He escuchado maravillas de ti”
“¿oh?” . pregunté , arqueando una ceja y preguntándome quien había estado hablando de mi.
Clarence asintió enfáticamente “Eres Bienvenida en mi casa .Es una delicia tener tanta compañía”
Las presentaciones fueron hechas por los demás .Eddie y Jill fueron un poco reservados, pero ambos agradables .Keith no sacudió ninguna mano , pero el por lo menos dejo de actuar como un tonto. Tomo una silla cuando se la ofrecieron y puso una expresión arrogante . Lo cual fue probablemente para aparentar confianza .Esperaba que él no nos avergüence.
“Lo siento” dijo Abe , inclinándose hacia delante . Sus ojos oscuros brillaban.”¿Dijiste que tu nombre era Keith Damell?”
“Si ” , dijo Keith .El estudió a Abe curiosamente , sin duda recordando la conversación de los alquimistas en Salt Lake City. Incluso la bravuconería de Keith estaba tratando de contenerse, podía ver una franja de molestia .Abe tenía ese efecto. “¿Por qué?”
“Por nada” , dijo Abe .Sus ojos yendo de mi y luego a Keith .”Es solo que suena familiar , eso es todo”
“Mi papá es un hombre muy importante entre los alquimistas ” , dijo Keith altivamente .El se había relajado un poco, probablemente pensando que las historias acerca de Abe eran sobrevaloradas. Tonto.”Tú has sin duda oído de él”
“Sin duda” dijo Abe .”Estoy seguro que es así”. El habló tan casualmente que nadie sospecharía que el no estaba diciendo la verdad. Solamente yo sabía la verdadera razón por la cual Abe conocía quien era Keith , pero ciertamente no quería revelar eso . Tampoco quería a Abe dando más pistas, lo cual sospeche el estaba haciendo solo para molestarme.
Traté de cambiar de tema - y obtener algunas respuestas por mí misma. “No era consciente de que estaba uniéndose a nosotros , Mr .Mazur ” la dulzura en mi voz lo igualó.
“Por favor ” , dijo él “Tu sabes que puedes llamarme Abe . Y no me quedaré , desafortunadamente. Simplemente vine para estar seguro de que este grupo llegara a salvo y para conocer a Clarence en persona.
“Eso es muy agradable de su parte” dije secamente , sinceramente dudando de los motivos de Abe era tan simple como eso. Si yo había aprendido algo, era que las cosas nunca eran simples cuando Abe Mazur estaba envuelto. Él era el maestro de las marionetas de todo tipo. El no solo quería observar cosas, él también quería controlarlas.
El sonrió triunfalmente.“Bueno, siempre trato de ayudar a otros en necesidad”
“Si” una nueva voz de repente dijo .”Eso es exactamente lo que viene a mi mente cuando pienso en ti , viejo”
No había pensando en nadie que pudiera impactarme más que Abe , pero estaba equivocada . “¿Rose?” El nombre salió como una pregunta de mis labios , aunque no había dudas acerca de quién era el recién llegado .Había una sola Rose Hathaway , después de todo.
“Hey , Sydney” dijo ella dándome una sonrisa , una torcida sonrisa cuando ella entró al cuarto. Sus brillantes ojos oscuros eran amables pero ellos también estaban evaluando todo en el cuarto , era como la mirada de Eddie .Era cosa de guardianes. Rose era como de mi altura y vestía muy causal en jeans y en una camiseta roja sin mangas .Pero , como siempre, había algo exótico y peligroso acerca de su belleza que la hizo destacar entre todos .Ella era como una flor tropical en este oscuro y cargado cuarto. Una que podía matarte. Nunca había visto a su mamá, pero era fácil de decir que algo de su apariencia venia de la influencia Turca de Abe , como su largo , oscuro cabello marrón. En la tenue iluminación, ese cabello lucia casi negro. Sus ojos descansaron en Keith , y ella asintió cortésmente.”Hey, otro alquimista”.
Keith la miró con los ojos bien abiertos, Pero su reacción se podía deber a que éramos superados en número o simplemente una respuesta a la extraordinaria naturaleza de Rose. “Yo … Yo soy Keith” tartamudeo al fin.
“Rose Hathaway” le dijo ella . Sus ojos desorbitados aún más cuando el reconoció el nombre. Ella cruzó el cuarto, hacia Clarence , y noté que la mitad de su atractivo era simplemente en la manera en que ella dominaba sus alrededores. Su expresión se suavizó cuando miró al anciano.”Revisé el perímetro de la casa como pediste. Es tan seguro como puede serlo, aunque la cerradura de la puerta de atrás probablemente deba ser reemplazada”.
“¿Estás segura?” Preguntó incrédulo “Es nueva”
“Tal vez cuando esta casa fue construida” llegó otra nueva voz , mirando por encima de la puerta , me di cuenta que alguien más había estado con Rose cuando ella llegó , pero había estado tan sorprendida por ella para notarlo .Otra vez esto era una cosa de Rose. Ella siempre llamaba la atención.”Ha estado oxidado desde que nos mudamos aquí”.
Este recién llegado era un Moroi, lo cual me puso nerviosa de nuevo . Lo que llevó la cuenta a cuatro Moroi y dos Dhampir .Estaba tratando lo más que podía en no adoptar la actitud de Keith, especialmente desde que conocía a algunas de las personas aquí. Pero era difícil quitarse esa abrumadora sensación de Nosotros y Ellos. Los Moroi envejecen como los humanos ,y en una suposición ,pensé que este nuevo chico estaba cerca de mi edad .El tenia buenas características , supuse , con cabello negro rizado y ojos grises. La sonrisa que ofreció parecía sincera , aunque hubo una ligera sensación de inquietud en la manera en que se paro. Su mirada se fijó en Keith y en mi , intrigado, y me pregunté si tal vez el no gastaba mucho tiempo con humanos. La mayoría de los moroi no lo hacían , aunque ellos no compartían los mismos miedos acerca de nuestra raza como nosotros lo hacíamos con la de ellos. Pero entonces, nosotros nos los usábamos como comidas.
“Soy Lee Donahue” , el dijo extendiendo su mano. Una vez más , Keith no la tomó , pero yo lo hice y nos presenté . Lee miró de ida y vuelta entre Keith y yo, su cara llena de asombro , “Alquimistas , cierto?, nunca he conocido a uno de ustedes .Los tatuajes que ustedes tienen son hermosos ”dijo él , mirando el lirio de oro en mi mejilla.”He oído acerca de lo que ellos pueden hacer”
“¿Donahue?” preguntó Keith .El miró entre Lee y Clarence “¿Están relacionados?”
Lee le dio a Clarence una mirada indulgente “Padre e hijo”
Keith frunció el ceño “Pero tú no vives aquí , no?” Estuve sorprendida que, de todas las cosas, esto él lo sacara a relucir .Tal vez a él no le gusto la idea de que su intel fuera defectuoso. El era un alquimista de Palm Springs , después de todo, y él había creído que Clarence era el único Moroi en el área.
“No regularmente , no ” dijo Lee “Voy a la universidad en LA , pero mi horario es solo de medio tiempo en este semestre . Entonces quiero tratar de pasar más tiempo con papá.”
Abe miró a Rose “¿Ves eso?” el dijo” Ahora eso es devoción” ella rodo los ojos .
Keith lucia como si él tuviera más preguntas acerca de esto, pero la mente de Clarence estaba de regreso en la conversación “Podría haber jurado que tenia la cerradura cambiada”
“Bueno yo puedo reemplazarla pronto por ti si quieres” dijo Lee “No puede ser eso difícil”
“Creo que está bien” Clarence se levantó tambaleándose “Voy a echar un vistazo”
Lee se apresuró a su lado y nos dio una mirada de disculpa ”¿Tiene que ser justo ahora?” cuando pareció que si , Lee dijo, “Iré contigo”. Tuve la impresión que Clarence frecuentemente seguía sus caprichos , y Lee era usado para eso.
Utilice la ausencia de los Donahues para obtener más respuestas que había estado muriendo por saber . Me dirigí a Jill . “No has tenido problemas estando aquí, no? ¿No más , uhm , incidentes?”
“Nos encontramos con un par de disidentes antes que dejáramos la corte “ dijo Rose , con un tono peligroso en su voz .”Nada que no pudiéramos manejar. El resto fue sin incidentes”
“Y va a permanecer de esa manera”, dijo Eddie sin emoción. Cruzó sus brazos sobre su pecho.”Por lo menos si tengo algo que ver con eso”
Los miré, desconcertada “Me dijeron que habría un Dhampir … ellos decidieron mandar dos?”
“Rose se invitó sola ” , dijo Abe .”Solo para estar segura de que el resto de nosotros no olvidáramos nada. Eddie es el único quien se unirá a ti en Amberwood”.
Rose frunció el ceño “Yo debería mantenerme. Yo debería ser la compañera de cuarto de Jill , Sin ofensa ,Syndney. Te necesitamos para el papeleo, pero soy la única que pateara el trasero de quien dé problemas a Jill ”
Ciertamente no iba a argumentar en contra de eso .
“No ”, dijo Jill , con sorprendente intensidad. Ella había estado tranquila y vacilante la última vez que la había visto , pero sus ojos se pusieron feroces con el pensamiento de ser una carga para Rose “Tú necesitas quedarte con Lissa y mantenerla a salvo. Yo tengo a Eddie , y además , nadie sabe que estoy aquí. Nada más pasará”
La mirada en los ojos de Rose decían que ella estaba escéptica . Yo también sospeche que ella no creyó realmente que alguien podía proteger a Vasilisa o Jill también como ella podía .Eso era decir algo , considerando que la joven reina estaba rodeada de guardaespaldas.
Pero incluso Rose no podía estar donde sea al mismo tiempo , y ella debe haber tenido que escoger . Sus palabras me hicieron regresar mi atención a Jill.
“¿Que paso?” pregunté “¿te lastimaste? Escuchamos historias acerca de un ataque pero no fue confirmado”.
Hubo una pesada pausa en el cuarto. Todos excepto Keith y yo lucían distintivamente incómodos . Bueno , estábamos incómodos pero por otras razones .
“Estoy bien” dijo Jill al fin , después de una dura mirada de Rose.“Hubo un ataque , si , pero nadie de nosotros fue herido. Quiero decir , no seriamente. Estábamos en el medio de una cena real cuando fuimos atacados por Morois como , Morois asesinos .Ellos hacían ver como que estaban yendo por Lis – por la reina , pero en su lugar venían por mi ” Ella dudó y bajo los ojos , dejando que su largo , rizado cabello marrón caer hacia delante .”Me salvé, sin embargo, y los guardianes los rodearon”. Había una energía nerviosa de Jill que recodé de antes. Era linda y la hizo parecer mucho a la avergonzada adolescente que ella era .
“Pero no creemos que todos ellos se fueran, por lo cual tenemos que mantenernos alejados de la corte”, explicó Eddie .A pesar de que él dirigió sus palabras a mi Keith y a mí , el irradiaba protección hacia Jill , cualquiera que se atreviera a desafiar a la chica de la cual él estaba a cargo de mantenerla a salvo.“Y no sabemos donde los traidores de nuestras propias filas están. Hasta entonces , todos estamos aquí ”
“Con suerte no por mucho”, dijo Keith. Le di una mirada de advertencia , y el pareció darse cuenta que su comentario podía ser percibido como grosero. “ Quiero decir , este lugar no puede ser divertido para ustedes , con el sol y todo”.
“Es seguro”, dijo Eddie “Eso es lo que cuenta”
Clarence y Lee retornaron, y no hubo más menciones de los recuerdos de Jill o al ataque. En cuanto a lo que padre e hijo sabían , Jill , Eddie , and Adrian habían simplemente caído en desgracia con un importante Moroi y fueron exiliados aquí. Los dos Moroi no sabían quién era realmente Jill y creían que los alquimistas estaban ayudándola debido a la influencia de Abe . Se trataba de una red de mentiras pero una necesaria. Incluso si Clarence se había auto impuesto exilio no podíamos arriesgar a él o a Lee accidentalmente saber que la hermana de la reina se escondía aquí .
Eddie miro al viejo Moroi “Usted dijo que nunca había escuchado de algún Strigoi estando por aquí , cierto?
Los ojos de Clarence estuvieron fuera de foco por un momento cuando sus pensamientos se volvieron al interior “No … pero hay peores cosas que un Strigoi …
Lee gimió “Papá , por favor. No eso”
Rose y Eddie estuvieron de pie en un instante y fue una maravilla que no sacaran sus armas. “De que está hablando?” demando Rose
“Que otros peligros hay?” preguntó Eddie , su voz como acero.
Lee estaba ruborizado .”Nada… por favor . Es una Ilusión de él , eso es todo”
“¿Ilusión?”Preguntó Clarence , entrecerrando sus ojos a su hijo.”Fue la muerte de tu prima una ilusión? Es el hecho de que esas importantes personas de la Corte dejaron a Tamara ir sin Venganza una Ilusión?”
Mi mente giró de nuevo a la conversación que había tenido con Keith en el carro. Le di a Clarence lo que esperé fuera una mirada tranquilizadora .
“Tamara fue su sobrina, cierto? Que paso con ella , señor?”
“Ella fue asesinada” dijo él. Hubo una dramática pausa “Por cazadores de Vampiros”
“Lo siento , por quienes? ”pregunte , seguro había escuchado mal
“Cazadores de Vampiros” repitió Clarence .Todos en el cuarto lucieron tan sorprendidos como yo me sentía , lo cual fue un pequeño alivio. Incluso algo de la fiereza de Rose y Eddie dudó.”Oh, tu no quieres encontrar eso en cualquier lugar , ni siquiera en tus registros .Nosotros estábamos viviendo en Los Angeles cuando ellos la atraparon. Lo reporte a los guardianes , demandé que ellos dieran caza a los culpables. Sabes lo que ellos dijeron? ” él miro a cada persona “No?”
“No”, dijo Jill dócilmente “Que dijeron ellos?” Lee suspiró y lució miserable.
Clarence resopló “Ellos dijeron que no había tal cosa . Que no había evidencia que apoyara mi demanda. Ellos lo tomaron como una matanza Strigoi y dijeron que no había nada que pudieran hacer , que debería estar agradecido de que ella no fuera convertida”
Miré a Keith, quien otra vez parecía sorprendido por esta historia .El aparentemente el no conocía a Clarence tan bien como él había afirmado.
Keith había sabido que el viejo hombre tenía un problema hasta que involucró a su nieta , pero no en la medida de eso. Keith me dio un pequeño encogimiento de hombros que pareció decir, Ves? Que te dije? Loco.
“Los guardianes son muy minuciosos” , dijo Eddie .Su tono y palabras fueron ambas claramente escogidas con cuidado , esforzándose para no ofender. Se sentó de nuevo al costado de Jill.”Estoy seguro que ellos tuvieron sus razones”
“Razones?” Preguntó Clarence.“Si tu consideras la negación y vivir una vida ilusoria razones , entonces supongo que si. Ellos solo no quieren aceptar que hay cazadores de vampiros afuera. Pero dime esto . Si mi Tamara fue asesinada por Strigoi , porque ellos cortaron su garganta? Fue cortada limpiamente con un cuchillo” .El hizo un movimiento de corte debajo de su barbilla .Jill se estremeció y se encogió en su silla .Rose , Eddie , y Abe también parecían desconcertados , lo cual fue una sorpresa para mí porque no pensaba que algo hiciera a ese grupo sensible “Porque no usar colmillos? Lo hace fácil para beber. Indiqué eso a los guardianes y ellos dijeron que ya que aproximadamente la mitad de su sangre había sido bebida , era obviamente un Strigoi . Pero digo que un cazador de vampiros lo hizo e hizo parecer como que ellos habían tomado su sangre. Strigoi no tiene razones para usar un cuchillo.”
Rose empezó a hablar, hizo una pausa, y luego comenzó de nuevo. “Es extraño” dijo calmadamente. Tuve el presentimiento de que ella había probablemente estado a punto de decir bruscamente cuan ridículo esta teoría de la conspiración era , pero lo había pensado mejor .“ Pero estoy segura que hay otra explicación , Mr .Donahue”.
Me pregunte si mencionar que los alquimistas no tenían registros de Cazadores de Vampiros no en varios siglos , por lo menos sería útil o no .Keith de repente tomo la conversación en una inesperada dirección . Encontró la mirada de Clarence levemente .
“Puede parecer extraño por Strigoi , pero ellos hacen todo tipos de vicios sin ninguna razón . Lo sé por experiencia personal ”
Mi estomago se hundió . Oh no . Todos los ojos se giraron a Keith.
“Oh?” preguntó Abe , suavizando su barba de chivo negra “Que pasó?”
Keith señaló a su ojo de vidrio .”Fui atacado por un Strigoi a principios de este año .Ellos me golpearon y me arrancaron un ojo. Luego ellos me dejaron”
Eddie frunció el ceño “Sin beber o matar? Eso es realmente raro . Eso no suena como un comportamiento habitual Strigoi”
“No estoy seguro de que puedas esperar realmente que los Strigoi hagan algo ´normal´ ” indico Abe , apreté mis dientes , deseando que no metiera en esto a Keith .Por favor no pregunte sobre el ojo ,pensé . Déjalo ir . Eso fue demasiado de esperar , por supuesto porque la próxima pregunta de Abe fue , “ Ellos solo tomaron un ojo? No trataron por ambos ?”
“Discúlpame” Me levante antes de que Keith pudiera contestar . No podía sentarme a través de esta conversación y escuchar como Abe hostigaba a Keith, simplemente por la diversión de atormentarme .Necesitaba escapar. “Yo.. Yo no me siento bien. Ire a tomar algo de aire.”
“Claro , claro” dijo Clarence , luciendo como si el quisiera pararse también “Debería pedirle a mi ama de llaves que te traiga algo de agua? Puedo tocar el timbre..”
“No ,no” dije moviéndome hacia la puerta “Yo solo .. yo solo necesito un minuto”
Me apresure a salir y escuche a Abe diciendo. “Tan delicada sensibilidad. Tu pensarías que ella no debería estar tan sensible , considerando su profesión .Pero tú , joven hombre , parece que puedes manejar seguir hablando de sangre …”
El estilo de ego de Abe trabajando y Keith se lanzo dentro de una historia que definitivamente no quería escuchar. Me fui por el pasillo oscuro y Salí afuera. El aire fresco fue bienvenido .Aunque eran más de veinte grados más cálido desde que había venido. Tome un profundo y estabilizante respiro , forzándome a mantener la calma. Todo iba a estar bien. Abe se iría pronto .Keith regresaría a su propio departamento. Yo regresaría a Amberhood con Jill y Eddie , quien realmente no parecía como un mal compañero, considerando con quien podría haber acabado.
Sin un destino real en mente, decidí caminar alrededor y examinar la casa de Clarence , mas como un patrimonio , realmente . Elegí un lado de la casa al azar y camine alrededor , admirando la escultura detallada del exterior de la casa .Incluso si estaba fuera de lugar en el paisaje del Sur de California , seguía siendo impresionante. Siempre había querido estudiar arquitectura - una asignatura que mi padre pensaba era inútil – y estaba impresionada por mis alrededores. Mirando alrededor, note que el pasto no eran iguales al resto por los que nosotros habíamos pasado manejando para llegar aquí . Mucha de la tierra en esta región se había vuelto marrón desde el verano y la falta de lluvia ,pero Clarence había claramente gastado una fortuna para mantener un extenso jardín exuberante y verde. Sin árboles nativos – hermoso y lleno de flores – estaban ingeniosamente dispuestos para hacer senderos y patios.
Después de varios minutos de mi paseo por la naturaleza , me di la vuelta y me dirigí de regreso a la parte delantera de la casa .Iba a parar cuando escuche a alguien.
“Donde estas?” una voz preguntó . Abe . Grandioso. Estaba buscándome.
“Aquí” Apenas oí decir a Adrian .Su voz venia desde la parte alejada de la casa , opuesta al lado que yo estaba. Escuche a alguien caminando a través del camino de grava, los pasos llegando a su fin cuando ellos alcanzaron lo que medí seria la puerta trasera donde Abe estaba.
Mordí mi labio y permanecí donde estaba , oculta por la casa. Casi mi daba miedo respirar , con su audición , los Moroi podía coger el más pequeño detalle.
“Alguna vez volverás?” preguntó Abe , divertido
“No veo el punto” , fue la respuesta lacónica de Adrian
“El punto es cortesía. Podrías haber hecho un esfuerzo por conocer a los alquimistas”.
“Ellos no quieren conocerme. Especialmente el chico” Había una risa oculta en la voz de Adrian “Tu deberías haber visto su cara cuando me encontré con él en la puerta .Me hubiera gustado tener una capa. La chica por lo menos tiene algunos nervios.
“Sin embargo ,ellos juegan un papel crucial en tu estancia aquí y la de Jill.Tu sabes cuán importante es que ella permanezca segura”
“Si , yo sé eso. Y entiendo porque ella está aquí. Lo que no entiendo es porque yo estoy aquí.”
“No entiendes?” preguntó Abe. “ Yo supongo que es obvio para ambos Jill y tu. Tienes que quedarte cerca a ella”
Hubo una pausa. “Eso es lo que todos dicen… pero todavía no estoy seguro de que sea necesario. No creo que ella me necesite cerca, no importa lo que Rose y Lissa pidan.”
“¿Tienes algo mejor que hacer?”
“Ese no es el punto” .Adrian sonó irritado , y estuve alegre de no ser la única en la que Abe tenía ese efecto.
“Ese es exactamente el punto” dijo Abe “Tú estabas consumiéndote en la corte , ahogándote en tu propia autocompasión entre otras cosas. Aquí, tienes la oportunidad de ser útil ”
“Para ti”
“Para ti mismo también .Esta es una oportunidad para ti para hacer algo de tu vida”
“Excepto que no quieres decirme que es lo que se supone que haga! ” dijo Adrian irritado. “ Aparte de Jill , Cual es la gran tarea que tienes para mí?”
“Escucha. Escucha y mira” Pude perfectamente imaginarme a Abe acariciándose el mentón en esa manera inteligente de él otra vez cuando él habló. “Mira a todos – Clarance , Lee , los alquimistas , Jill y Eddie .Presta atención a cada palabra , a cada detalle ,y repórtamelo después. Todo puede ser útil”.
“No creo que eso aclare las cosas”
“Tienes potencial ,Adrian. Demasiado potencial para desperdiciar . Estoy muy apenado por lo que paso con Rose ,pero tienes que seguir . Tal vez las cosas no tengan sentido ahora , pero ellas lo tendrán después .Créeme.”
Casi me sentí mal por Adrian . Abe me había dicho una vez que creyera en el también ,y mira como las cosas habían resultado.
Esperé hasta que los dos Moroi regresaran adentro y luego regrese yo un minuto después. En la sala de estar , Keith seguía usando esa actitud arrogante pero parecía aliviado de tenerme de regreso .Discutimos mas detalles y elaboramos un horario para alimentarnos , uno del cual estuve a cargo de mantenerlo desde que tendría que dirigir a Jill (y Eddie , desde que el no quería dejarla fuera de su vista) de regreso de la visita a Clarence.
“Como conseguirán alimentarse?” preguntó Adrian. Después de oír su conversación con Abe , estaba ahora más curiosa que nunca acerca de su rol aquí.
Adrian estaba parado contra la pared , en el lado opuesto del cuarto. Sus brazos estaban cruzados defensivamente , y había una rigidez en su postura que entraba en conflicto con su sonrisa perezosa que usaba. No pude estar segura , pero parecía como si estuviera apropósito posicionándose tan lejos de Rose como fuera posible. “Caminando por el pasillo”
Al ver mi expresión de perplejidad , Clarence explicó “Adrian se quedará conmigo aquí . Será bueno tener alguien más en estas viejas paredes”
“Oh” dije , Para mi , y murmuré “Como Secret Garden”
“Humm?” Preguntó Adrian , inclinando su cabeza hacia mi
Me estremecí. Su audición era buena. “Nada. Solo estaba pensando en un libro que leí”
“Oh” dijo Adrian despectivamente , mirando lejos . El modo en que el dijo la palabra parecía ser la condena de todos los libros por todos lados .
“No me olvides” , dijo Lee , sonriendo a su papá. Te dije que estaría por aquí mas”
“Tal vez el joven Adrian aquí te mantendrá fuera de problemas, entonces” declaró Clarence
Nadie dijo nada a eso , pero vi a los amigos de Adrian intercambiar algunas divertidas miradas.
Keith no parecía tan asustado como cuando nosotros habíamos llegado , pero había un nuevo aire de impaciencia e irritabilidad en el que no pude entender por completo . “Bueno” . dijo el después de aclararse la garganta “ Necesito llegar a casa y hacerme cargo de algunos asuntos . Y desde que tu eres mi conductor , Sydney …”
El dejo las palabra colgando pero me miró significativamente. Desde que había aprendido , estaba más convencida que nunca que Palm Springs era el are con menos vampiros activos . No pude honestamente descifrar que “Negocios” Keith tendría que hacerse cargo , pero teníamos que irnos tarde o temprano. Eddie y Jill fueron a reunir el equipaje y Rose aprovecho la oportunidad para empujarme a un costado.
“Como has estado? “preguntó en voz baja . Su sonrisa era verdadera. “He estado preocupada por ti desde … bueno, tu sabes . Nadie me decía que te había pasado” La última vez que la había visto , había estado presa en un hotel por guardianes mientras el Moroi trataban de descifrar cuan grande había sido mi rol en el escape de Rose .
“Estuve en un pequeño problema al principio” dije “ Pero es pasado” Que era una pequeña mentira entre amigas? Rose era tan fuerte que no podía soportar la idea de verme débil frente a ella. No quería que ella supiera que aun vivía con miedo de los alquimistas , forzada a hacer lo fuera para obtener su favor.
“Estoy feliz” dijo ella “Ellos me dijeron que sería tu hermana quien originalmente estaría aquí”
Esas palabras me hicieron recordar como otra vez Zoey podía reemplazarme en cualquier momento.”Fue una confusión”
Rose asintió “Bueno, me siento un poco mejor contigo aquí , pero sigue siendo duro … siento como si debería proteger a Jill . Pero necesito proteger a Lissa también . Ellos creen que Jill es el objetivo más fácil , pero ellos estarán yendo después por Lissa. La confusión brillaba en sus oscuros ojos y sentí una punzada de angustia. Esto era en lo que yo había tenido problemas para explicarles a los otros alquimistas , como Dhampir y Vampiros podrían parecer tan humanos por momentos. “Ha sido una locura, tu sabes. Desde que Lisa tomo el trono? Pensé que al fin podía relajarme con Dimitri “ su sonrisa se amplió “Yo debería haber sabido que nada nunca es simple con nosotros . Hemos pasado todo nuestro tiempo cuidando a Lissa y a Jill”
“Jill estará bien. Siempre y cuando los disidentes no se enteren que ella está aquí, será fácil . Aburrido , incluso”
Ella seguía sonriendo, pero su sonrisa se había atenuado un poco “Eso espero . Si tan solo supieras lo que había pasado …” Su expresión cambio cuando algún recuerdo la agarró. Empecé a insistirle que me dijera que era lo que había pasado pero ella desplazo el tema antes de que pudiera. “Estamos trabajando en cambia la ley , la que dice que Lissa necesita un miembro de la familia para quedarse como la reina..Una vez este hecho, ambas Lissa y Jill estarán fuera de peligro. Pero eso solo significa que esos quienes quieren sacar a Jill están más locos que nunca , porque ellos saben que el reloj hace tic tac.
“Cuanto tiempo?” pregunte “ Cuanto toma cambiar la ley?”
“No lo sé. Unos pocos meses, tal vez? Cosas legales…Bueno, no son cosas mías. No detalles de eso , por lo menos.” Ella hizo una breve mueca y luego en una dura batalla de nuevo. Arrojó su cabello encima de un hombro “Gente loca que quiere herir a mis amigos? Eso es lo mío , y créeme , sé como hacer frente a eso”
“Lo recuerdo” dije .Fue raro . Pensaba en Rose como una de las más fuertes personas que conocí , sin embargo parecía como si necesitara mi garantía. “Mira , anda y haz lo que tienes que hacer y yo hare lo que hago . Me asegurare que Jill se mezcle. Ustedes la sacaron sin que nadie lo sepa. Ella está fuera de la red ahora”
“Eso espero” Rose repitió , voz siniestra.” Porque si ella no lo está , tu pequeño grupo no tiene posibilidades contra esos locos rebeldes”

Capitulos Traducidos por Emma Lucia y Fabi Ivashkov administradoras de  VAMPIRE ACADEMY PERÚ si coges algún capitulo por favor nombrar la fuente =)

viernes, 19 de agosto de 2011

Capitulo 3 Bloodlines

Capitulo 3

El viaje a Palm Springs fue una agonía.


Estaba exhausta por haber sido sacada de la cama, y aun cuando Keith tomo el volante, no pude sentir sueño. Tenía mucho en mi mente: Zoe, mi reputación, la misión en mis manos... mis pensamientos daban vueltas. Esperaba poder arreglar todos los problemas de mi vida. El que Keith condujera no me hacía sentir menos ansiosa.


También estaba triste porque mi padre no me había dejado despedirme de mi madre. Había dicho una y otra vez que no debíamos dejarla descansar, pero yo sabía la verdad. Tenía miedo de que si ella se enteraba que me estaba yendo, me lo impediría. Mi última misión la había hecho enfurecer. Había viajado alrededor del mundo sola, y había sido devuelta sin ninguna pista sobre el próximo lugar al que tendría que ir. Mi madre pensaba que los alquimistas me usaban de mala manera y le había dicho a mi padre que tenía que hablar con ellos para que me trataran mejor. No sé si ella podría haber evitado los planes de esta noche, pero no quería arriesgarme en caso de que Zoe fuera enviada en mi lugar. Ciertamente no esperaba una despedida cálida de parte de él, pero me sentía extraña yéndome en condiciones tan inestables con mi hermana y mi madre.


Cuando llego el amanecer, el paisaje de Nevada se volvió un mar resplandeciente de color rojo y cobre, me di por vencida y me dedique a mirar a través del vidrio. Compre una taza de café en una estación de gas con servicio las 24 horas y le asegure a Keith que podía conducir el resto del camino. Lo acepto de buena gana, pero no iba a dormir. Compro café y charlamos las restantes horas. Todavía mantenía su nueva actitud de "somos amigos". Estaba decidida a no darle ninguna razón para dudar de mi, así que me esmere en sonreí y asentir apropiadamente. Era algo un poco difícil de hacer mientras mantenía los dientes apretados.


Parte de la conversación no fue tan mala. Podía manejar la conversación sobre negocios, y aun teníamos muchos detalles en los que trabajar. Me dijo todo lo que sabía de la escuela, y asimile toda la información que me dio sobre mi futuro hogar. La escuela preparatoria Amberwood era aparentemente una escuela prestigiosa. Para los estándares de los alquimistas, sabía todo lo que necesitaba para mi trabajo, pero algo en mí siempre me hacia desear mas y mas conocimientos. Tenía que controlarme con mis lecturas e investigaciones, pero aun así, el colegio... o simplemente estar cerca de aquellos que sabían más que yo y que tenían cosas por enseñarme, era una de mis fantasías.


Como un "senior," tendría privilegios fuera del campus, y uno de los primeros en nuestra lista de trabajo, después de las identificaciones falsas, era conseguirme un auto. Saber que no me quedaría atrapada en el colegio hacia las cosas un poco más soportables, a pesar de que era obvio que la mitad del entusiasmo de Keith por conseguirme un medio de trasporte propio significaba que podría asumir cualquier inconveniente que viniera con el trabajo.


Keith también menciono algo que no me había dado cuenta, pero que probablemente debería haber sabido ya. -Tú y esa chica Jill están inscritas como hermanas- Me dijo.


-¿Qué?- Trate de controlarme para evitar que el carro oscilara. Vivir con vampiros era una cosa, ¿pero estar relacionado con uno? -¿Por qué?- Demandé.


Vi de reojo como se encogía de hombros. -¿Por qué no? Eso explicaría por qué estarías tan cerca a ella... y es una buena escusa para que sean compañeras de habitación. Normalmente, la escuela no permite que dos personas de diferentes edades compartan habitación, pero... bueno... sus "padres" prometieron una gran donación para hacer cambiar su política-


Estaba tan aturdida que ni siquiera tuve mi reacción normal de pegarle cuando concluyo con una satisfecha, risa contenida. Sabía que viviríamos juntas... ¿pero hermanas? Era... extraño. No, no solo eso. Era extravagante.


-Eso es loco- Dije finalmente, aun en shock como para dar una respuesta más elaborada.


-Es solo algo en papel- Dijo.


Verdad. Pero algo como ser considerada familiar de un vampiro me dejo desubicada.


Me enorgullecía de la forma en la que había aprendido a comportarme alrededor de los vampiros, pero parte de eso vino de la creencia estricta de que era una extraña, una socia de negocios que al final se iba. Fingir ser la hermana de Jill destruía esas líneas. Tenía que fingir una familiaridad y no estaba segura de poder.


-Vivir con uno de ellos no debe ser tan malo para ti- Comento Keith, golpeando con sus dedos la ventana en una manera de ponerme nerviosa. Algo en tono casual me hacía pensar que era una trampa.


-Difícilmente- Dije, escogiendo mis palabras con cuidado. -Estuve con ellos, a lo mucho, una semana. Y realmente, la mayor parte del tiempo la pase con dhampirs-


-Es lo mismo- Replico despectivamente -En todo lo caso los dhampirs son peores. Son abominaciones. No son humanos pero tampoco vampiros. Producto de uniones no naturales-


No respondí de inmediato y en su lugar preferí fingir estar profundamente interesada en la carretera. Lo que había dicho era verdad, porque era lo que nos enseñaban los alquimistas. Moroi y Stigoi, eran oscuridad y maldad. Necesitaban sangre para sobrevivir. ¿Qué clase de persona bebía de otra? Era desagradable, y el pensar que pronto tendría que encargarme de la alimentación de un Moroi me hacía sentirme enferma.


Pero los dhampirs... eran un problema más difícil. O al menos, lo eran ahora para mí. Los dhampirs eran mitad humanos y mitad vampiros, creados por el tiempo cuando dos razas se habían mezclado libremente. Hace siglos, los vampiros se habían alejado de los humanos, y ahora ambas razas estaban de acuerdo con que esa clase de unión era un taboo. Los dhampir habían permanecido en el tiempo, como sea, los dhampir no se podían reproducir entre ellos. Solo lo podían hacer con los Moroi o humanos, y muchos Moroi lo hacían.


-¿Correcto?- Pregunto Keith.


Me di cuenta que me estaba mirando, esperando que estuviera de acuerdo con él sobre que los dhampirs eran abominaciones, o quizás esperaba que estuviera en desacuerdo. A pesar de todo, estuve en silencio durante un tiempo.


-Correcto- Dije, usando el estándar de la retorica alquimista. -En algunos casos, son peores que los Moroi. Su raza no debería existir-


-Me asustaste por un segundo- Dijo Keith. Mi mirada seguía fija en la carretera pero tenía la sensación de que me había guiñado el ojo -Pensé que los ibas a defender. Sabía que no debía creer las historias sobre ti. Puedo entender por qué deseabas la gloria, pero hombre, eso debió ser muy duro, tratar de trabajar con uno de ellos-


No le explique que una vez que pasabas un pequeño tiempo con Rose Hathaway, era fácil olvidarte de que era una dhampir. Incluso físicamente, los dhampirs y los humanos eran parecidos. Rose estaba llena de vida y pasión que a veces parecía mas humana que yo. Rose sin duda habría aceptado este trabajo con una sonrisa. -Sí, señor- No como yo.


Rose no había aceptado estar encerrada en un cárcel, con todo el peso del gobierno Moroi sobre ella. El chantaje de Abe Mazur había sido el catalizador que me había impulsado a ayudarla, pero nunca creí que Rose hubiera cometido el asesinato por el que era encarcelada. Eso fue, aparte de nuestra frágil amistad, lo que me condujo a romper las reglas de los alquimistas para ayudar a Rose y a su novio dhampir, el formidable Dimitri Belikov, a eludir las autoridades. A lo largo de todo, miraba a Rose con un algo de admiración por como luchaba contra el mundo. No podía envidiar a alguien que no era humana, pero envidiaba su fuerza, y el cómo se resistía a rendirse, sin importar lo que pasara.


Pero de nuevo, no podía decirle eso a Keith. Y aun no le creía ni por un instante, a pesar de su actuación, que de repente le parecía bien ir conmigo.


Le di un pequeño encogimiento de hombros. -Pensé que valía la pena correr el riesgo-


-Bueno- Dijo, sabiendo que no iba a conseguir más de mí. -La próxima vez que decidas irte con los vampiros y dhampirs, ten un respaldo para que no tengas muchos problemas-


Me burle -No tengo la intención de irme con ninguno de nuevo- Al menos eso era verdad.


Llegamos a Palm Springs en la tarde y empezamos a trabajar de inmediato. Estaba muriendo por dormir un poco a este punto, e incluso Keith, a pesar de su locuacidad, se veía un poco cansado. Pero sabíamos que Jill y su sequito llegarían al día siguiente, dejándonos muy poco tiempo para poner los restantes detalles en su lugar.


Una visita a la preparatoria Amberwood revelo que mi "familia" se estaba expandiendo. Aparentemente el dhampir que vendría con Jill sería algo así como nuestro hermano. Keith también iba a ser nuestro hermano. Cuando le pregunte él porque me explico que necesitábamos a alguien que viviera aquí para que sea nuestro tutor legal por si Jill o alguno de nosotros necesitaba salir de la escuela, eso nos daba algunos privilegios. Ya que nuestros ficticios padres vivían fuera del estado, era más rápido obtener resultados de él. No me podía quejar de la lógica del plan, aunque me parecía más repulsivo tener a Keith en la familia que a un vampiro y a un dhampir. Y eso decía bastante.


Más tarde, una licencia de conducir de un experto falsificador de identificaciones declaraba que yo era ahora Sydney Katherine Melrose, de Dakota del Sur. Elegimos Dakota del Sur porque nos imaginábamos que los locales no veían muchas licencias de ese estado y no serian capaz de detectar los defectos. No era que esperaba que hubiera alguno. Los alquimistas no se relacionaban con personas que hicieran trabajos de segunda categoría. Además me gustaba la imagen del Monte Rushmore en la licencia. Era uno de los pocos lugares de los Estados Unidos donde nunca había estado.


El día acabo con lo que más había esperado: un viaje al depósito de autos. Keith y yo regateamos tanto entre nosotros como con el vendedor. Había sido educada para ser práctica y mantener mis emociones bajo control pero amaba los carros. Era una de las pocas cosas que había heredado de mi madre. Ella era una mecánica, y algunos de mis mejores recuerdos de mi niñez eran de nosotras trabajando en el garaje.


Mi debilidad era especialmente por los autos deportivos y por los autos de colección, los tipos de motores grandes que sabía que eran malos para el medio ambiente, pero era un amor culposo. Sin embargo eso estaba fuera de la cuestión para este trabajo. Keith argumentó que necesitaba algo que cualquiera pudiera manejar, así como cualquier tipo de carga, y eso era no llamar la atención. Una vez más, estuve de acuerdo con su razonamiento como una pequeña buena alquimista.


-Pero no entiendo porque tiene que ser un station wagon- Le dije.


Acabamos comprando un nuevo Subaru Outcack que cumplía con sus requisitos. Mis instintos me decían que el Subaru era lo que necesitaba. Era fácil de manejar y tenía un motor sencillo, por eso lo elegí. Y sin embargo...


-Me siento como la mamá de un equipo de futbol- Dijo -Soy muy joven para eso-


-Las madres de los equipos de futbol conducen vans- Me dijo Keith -Y no hay nada de malo con el futbol-


Fruncí el ceño. -¿Tiene que ser marrón?-


Lo tenía que ser, a menos de que quisiéramos que fuera azul o rojo, la novedad tomaba precedentes. A mi naturaleza exigente no le gustaba la idea de conducir "algo que era de otra persona." Tenía que ser mío, brillante, nuevo, y limpio. Así que hicimos un trato, y yo, Sydney Melrose, me volví la orgullosa dueña de un station wagon marrón. Lo llame Latte, esperando que mi amor hacia el café se transfiriera pronto al auto.


Una vez que acabamos con nuestras labores, Keith me dejo para irse a su departamento en el centro de Palm Springs. Se ofreció a dejarme pasar la noche ahí, pero lo rechace educadamente y elegí quedarme en un cuarto de hotel, gracias a la inmensa cuenta bancaria de los alquimistas. Honestamente, hubiera pagado con mi propio dinero para salvarme de dormir bajo el mismo techo que Keith Darnell. Ordene una cena ligera en mi habitación, disfrutando de un tiempo a solas después de todas esas horas en auto con Keith. Luego me puse mi pijama y llame a mi madre. A pesar de que estaba lejos de la desaprobación de mi padre, extrañaba tener a mi madre a mi lado.


-Esos son buenos autos- Dijo después de que le conté sobre el viaje al concesionario. Mi madre siempre había sido un espíritu libre, lo que no era la mejor pareja para alguien como mi padre. Mientras él me enseñaba ecuaciones químicas, ella me enseñaba como cambiar mi propio aceite. Lo alquimistas no se tenían que casar con otros alquimistas, pero estaba desconcertada sobre que mantenía a mis padres juntos.


-Supongo- Dije, sabiendo que sonaba taciturna. Mi madre era una de las pocas personas con las que me podía mostrar de cualquier forma menos perfecta o contenta. A ella le gustaba que expresaras como te sentías. -Creo que estoy irritada por qué no tengo mucho que decirte-


-¿Irritada? Estoy furiosa de que él no me dijera nada sobre esto- Resopló -¡No puedo creer que él te sacara de la casa de esa manera! Eres mi hija, no un mueble que puede mover a su antojo- Por un momento mi madre me recordó un poco a Rose, ambas tenían esa inquebrantable tendencia a decir lo que pasaba por sus mentes. Esa habilidad era extraña y exótica para mí, pero a veces, cuando pensaba en mi cuidado control y el ser reservada por naturaleza, me preguntaba si no era yo la extraña.


-Él no sabía todo los detalles- Dije, defendiéndolo automáticamente. Con el carácter de mi padre, si mis padres se enfadaban uno con el otro, la vida en casa se volvería insoportable para Zoe, sin mencionar el carácter de mi madre. Era mejor mantener la calma. -No le dijeron todo a él-


-Los detesto a veces- Había un gruñido en la voz de mi madre -A veces lo odio a él también-


No estaba segura de que decir o hacer. Tenía un resentimiento hacia mi padre, seguro, pero aun así era mi padre. Muchas de las decisiones que él había tomado eran por los alquimistas, y sabia que no importaba cuando ahogada me sintiera a veces, el trabajo que hacíamos era importante. Los humanos debían ser protegidos de la existencia de los vampiros. Saber de su existencia crearía pánico. Peor aún, podría provocar que algunos humanos con poca fuerza de voluntad se convirtieran en esclavos de los Stigoi a cambio de inmortalidad y con el tiempo sus almas se corromperían. Eso sucedía mas a menudo de lo que nos gustaba admitir.


-Está bien mamá- Dije con dulzura -Estoy bien. No estoy en peligro, incluso estoy en USA- Realmente, no estaba segura de la parte de "no estoy en peligro" fuera cierta, pero pensé que eso no la tranquilizaría. Stanton me había dicho que mantuviera en silencio nuestra estancia en Palm Springs, pero diciendo que seguía en el país no haría mucho daño y haría que mi madre pensara que mi trabajo era más sencillo de lo que era. Hablamos un poco más antes de que colgara, y me dijo que tenía noticias de mi hermana Carly. Todo iba bien en su universidad, lo que me había sentir aliviada. Quería desesperadamente escuchar a Zoe pero me resistía a hablar con ella. Tenía miedo de que si estuviera al teléfono con ella, descubriera que seguía enojada conmigo. O peor, que no me hablara.


Fui a la cama con melancolía, deseando poder contarle a mi madre todos mis temores e inseguridades. ¿No era lo que las madres e hijas solían hacer? Sé que ella me escucharía. Yo era quien tenía problemas para hablar, estaba demasiada envuelta en los secretos de los alquimistas como para ser una adolescente normal.


Después de un largo sueño, y cuando los rayos del sol entraron por la ventana, me sentí un poco mejor. Tenía trabajo que hacer, y tenía que hacer a un lado la lástima que sentía por mí misma. Recordé que hacia esto por Zoe, por los Moroi y por los humanos por igual. Eso me ayudo a centrarme y poner mis inseguridades a un lado, al menos por ahora.


Recogí a Keith alrededor del medio día y conduje hasta las afueras de la ciudad para encontrarnos con Jill y el solitario Moroi que nos iba a ayudar. Keith tenía mucho que decir sobre él, se llamaba Clarence Donahue. Clarence había vivido en Palm Springs por tres años, desde la muerte de su sobrina en L.A, lo que lo había traumado. Keith lo había usado un par de veces en antiguos trabajos y continuaba haciendo bromas sobre su salud mental.


-Está cerca al banco de sangre, ¿sabes?- Dijo Keith, riéndose solo. Podía apostar que llevaba días esperando usar esa línea.


La broma era probé, y estupida, pero mientras más nos acercábamos a la casa de Clarence, Keith se iba poniendo más nervioso. Algo se me ocurrió.


-¿Cuantos Moroi has conocido?-Pregunte mientras salía del camino principal y entrando en uno largo y sinuoso. La casa era salida de una película gótica, cuadrada y hecha de ladrillos grises que no combinaban con la arquitectura de Palm Springs. Lo único que me recordaba que estábamos en el sur de California eran las tres palmeras alrededor de la casa. Era una rara yuxtaposición.


-Suficientes- Dijo Keith, evasivamente. -Puedo estar alrededor de ellos-


La confianza en su voz sonó forzada. Me di cuenta que a pesar de su tiempo en este trabajo, sus comentarios sobre las razas Moroi y dhampir, y la manera en que juzgaba mis acciones, Keith estaba muy, muy incomodo con la idea de estar cerca de no humanos. No era algo comprensible. La mayoría de los alquimistas lo estaría. Gran parte de nuestro trabajo no nos hacía pasar tiempo en el mundo vampírico, era el mundo humano el que nos necesitaba. Pruebas que cubrir, testigos que sobornar. La mayoría de los alquimistas tenían muy poco contacto con los vampiros, la mayoría de cosas que sabían eran por alguna historia familiar. Keith decía que conocía a Clarence pero no mencionaba el haber pasado tiempo con otros Moroi o dhampirs, ciertamente no con un grupo de ellos, como el que íbamos a encontrar.


No estaba más emocionada que él sobre estar junto a un grupo de vampiros, pero me di cuenta de que no me asustaba tanto como antes. Rose y sus compañeros me habían hecho más fuerte ante esto. Incluso había estado en la Real Corte Moroi, uno de los pocos lugares que los alquimistas nunca visitaban. Si había podido caminar por el corazón de su civilización y salir intacta, ciertamente podía manejar lo que estuviera dentro de esa casa. Es cierto que sería un poco más fácil si la casa de Clarence no luciera como la espeluznante mansión embrujada de una película de terror.


Caminamos hacia la puerta, éramos un grupo en nuestro estilo, llevábamos el atuendo formal de los alquimistas. Sean cual sean sus fallas, Keith estaba bien arreglado. Llevaba pantalones caqui con una camisa blanca de botones y una corbata de seda de color azul marino. La camisa era de manga corta pero dudaba que lo ayudara con este calor.


Tardíamente me di cuenta de que combinábamos.


Keith levanto su mano para tocar la puerta, pero esta se abrió antes de que él pudiera hacer algo, me estremecí, un poco, nerviosa a pesar de lo que me había dicho antes.


El chico que abrió la puerta nos mira tan sorprendido como nosotros a él. Sostenía un paquete de cigarros en la mano y aparentemente había estado saliendo para fumar. Se detuvo y nos miro de nuevo.


-Así que, ¿están aquí para convertirme o matarme?-


El comentario fue suficiente para alejarme de mi ansiedad. El que hablaba era un chico Moroi, un poco mayor que yo, de un cabello marrón oscuro que, sin duda, estaba cuidadosamente arreglado para verse desordenado. A diferencia del ridículo intento de Keith con el gel, este chico lo había hecho bien. Como todos los Moroi, era pálido y de estructura alta. Sus ojos verde esmeralda nos estudiaron desde un rostro que podría haber sido esculpido por uno de los clásicos artistas que yo tanto admiraba. Sorprendida, rechace la comparación tan pronto como apareció en mi cabeza. Después de todo era un vampiro. Era ridículo admirarlo como si fuera un ardiente chico humano.


-Señor Ivashkov- Dije educadamente. -Es agradable volverlo a ver-


Él se congelo y me estudio desde su estatura mayor. -Te conozco. ¿Cómo te conozco?-


-Nosotros...- Estaba por decir "nos conocimos" pero me di cuenta de que no era correcto por qué no habíamos sido presentados formalmente la última vez que nos vimos. Él solo había estado presente cuando Stanton y yo habíamos sido transportadas a la Corte Moroi para un interrogatorio. -Nos encontramos el mes pasado. En tu Corte-


El reconocimiento brillo en sus ojos. -Cierto, la alquimista- Pensó un momento y me sorprendió cuando dijo mi nombre. Con todo lo que había pasado cuando había estado en la Corte Moroi, no había esperado que alguien me notara. -Sydney Sage-


Asentí, tratando de no parecer nerviosa ante su reconocimiento. Luego me di cuenta de que Keith se había congelado a mi lado. Estaba confirmando que podía "controlarse" estando cerca de un Moroi, pero aparentemente, eso significaba mantener la boca cerrada por qué no decía nada. Aun con una sonrisa en mi rostro dije. -Keith, este es Adrian Ivaskov. Adrian este es mi colega, Keith Darnell-


Adrian le ofreció su mano, pero Keith no la tomo. No sabría decir si eso podría haber sido debido a que Keith seguía en shock o porque no quería tocar a un vampiro. A Adrian pareció no importarle. Bajo su mano y tomo un encendedor, caminando entre nosotros mientras lo hacía. Hizo un gesto hacia la puerta con la cabeza.


-Los están esperando. Entren- Adrian se acerco al oído de Keith y hablo con una voz siniestra. -Si te atreves- Palmeo el hombro de Keith y soltó una risa "Muhahaha" como un monstruo.


Keith casi saltó en el aire. Adrian se rio entre dientes mientras caminaba hacia el jardín, encendiendo uno de sus cigarros. Lo fulmine con la mirada, pensando que había sido un poco divertido, y le di un codazo a Keith para que entrara. -Vamos- Dije al tiempo que sentía el aire acondicionado.


Sin nadie más, Keith pareció cobrar vida. -¿Que fue eso?- Demando mientras entrabamos a la casa -¡Casi me ataco!-


Cerré la puerta. -Eso fue porque parecías un idiota. Y él no te hizo nada. ¿Podrías haber actuado menos aterrado? Ellos saben que no nos gustan, y tú parecías a punto de huir-


Tenía que admitir que me gusto ver a Keith fuera de guardia, pero la solidaridad humana me decía que no me iba a cuestionar sobre a qué lado apoyaba.


-No es cierto- Argumento Keith, pensando que había sido demasiado vergonzoso. Caminamos por un largo pasillo de piso de madera oscura que parecía absorber la luz. -Dios, ¿Qué está mal con estas personas? Oh, ya sabes. No son personas.-


-Shh- Dije, un poco sorprendida por la vehemencia de su voz. -Están ahí. ¿Puedes escucharlos?-


Pesadas puertas francesas estaban al final del pasillo. El vidrio estaba teñido, no dejando ver lo que había dentro, pero un murmullo de voces podían ser escuchadas. La ira en la cara de Keith desapareció y ambos soltamos una respiración, compadeciéndonos. Esto era el comienzo.


Avanzamos al mismo tiempo.


Cuando vi quien estaba dentro, tuve que detener mi barbilla para que no cayera como la de Keith hace un momento.


Por un instante no pude respirar. Me había burlado de Keith por estar asustado de estar con vampiros y dhampirs, pero ahora, cara a cara con un grupo de ellos, me sentí atrapada. Las paredes se cerraban, y solo podía pensar en colmillos y sangre. Mi mundo se tambaleo, y no solo por el tamaño del grupo. Abe Mazur estaba aquí.


Respira, Sydney, respira, me dije a mi misma. No era fácil, pensé. Abe representaba miles de miedos para mi, mil enredos en los que me había metido.


Despacio, mi subconsciente volvió, y me mantuve controlada. Abe no era el único ahí, después de todo, y me concentre en los otros para ignorarlo.


Otras tres personas estaban sentadas en la habitación con él, dos de las cuales reconocí. El desconocido, un Moroi anciano con poco cabello y un gran bigote blanco, tenía que ser nuestro anfitrión, Clarence.


-¡Sydney!- Esa era Jill Mastrano, sus ojos brillaban de emoción. Me gustaba Jill, pero no había pensado que había causado una impresión en ella como para justificar esa bienvenida. Jill parecía como si estuviera por correr y abrazarme, así que rece para que no lo hiciera. No necesitaba que Keith viera eso. Más importante, no necesitaba que Keith lo reportara.


Además Jill era un dhampir, una que conocía de la misma manera que a Adrian, eso era, lo había visto pero nunca nos habíamos presentado. Eddie Castle también había estado presente cuando había sido interrogada en la Corte Real, si mi memoria no se equivocaba, y se había metido en algún problema. Para todos los intentos y propósitos, él se veía como un humano, con un cuerpo atlético y un rostro que parecía haber pasado mucho tiempo al sol. Su cabello era de un marrón rojizo, y sus ojos avellana pasaban de mí a Keith de una manera cuidadosa. Así era como lo hacían los guardianes. Ellos estaban en alerta, siempre esperando por la próxima amenaza. De alguna manera, lo encontraba tranquilizador.


El estudio que le había dado a las personas en la habitación me llevo de nuevo a Abe, quien había estado mirándome y parecía divertido con el hecho de que lo había estado ignorando. Tenía una sonrisa maliciosa.


-¿Por qué, señorita Sage?- Dijo lentamente. -¿No va a saludarme?-

miércoles, 17 de agosto de 2011

Capitulo 2 de Bloodlines en Español

Como muchos saben ya se publicaron los 4 primeros capitulos de Bloodlines , aqui traduciremos los capitulos ^^ , este es el Capitulo 2 que aún falta terminar e iremos actualizando a medida que tengamos los caps traducidos . Esta traduccion esta hecha por el Staff de Vampire Academy Perú con el fin de ayudar a aquellas fans que se les hace dificil entender el ingles, no lo realizamos con ningun otro fin y NO TRADUCIREMOS EL LIBRO BLOODLINES por respeto a Richelle Mead . Disfrutenlos!!



Capitulo 2

Un par de personas jadeo, sin duda porque Keith había usado el término "amante de vampiros." Ninguna de las palabras era terrible por sí sola, pero juntas... bueno, representaban una idea muy censurable debido a lo que significaba ser un alquimista. Nosotros protegemos a los humanos de los vampiros. Estar del lado de estas criaturas era lo peor de lo que podíamos ser acusados. Incluso cuando los otros alquimistas me habían interrogado antes había sido muy cuidadoso con su uso de las palabras.
Las palabras que uso Keith eran casi obscenas. Horowitz pareció enojado por la manera en la que se habían referido sobre mí y abrió la boca para dar una réplica igual de mortal. Después de darnos una mirada rápida a Zoe y a mí, pareció reconsiderarlo y permaneció en silencio. Michaelson, como sea, no pudo evitar murmurar -Protégenos a todos- He hizo el signo contra el mal.
Sin embargo, no fue el insulto de Keith lo que me paralizo (a pesar de que me provoco un escalofrío). Fue el comentario anterior de Stanton. Sabemos que pidieron a Zoe.
¿Keith había solicitado a Zoe para este trabajo? Mi decisión de mantenerla alejada de esto creció a pasos agigantados. La idea de que ella se fuera con él me hizo apretar mis puños. Todo el mundo podía pensar que Keith Darnell era un chico perfecto, pero yo sabía mejor la verdad. Ninguna chica, menos mi hermana, debía ser dejada sola con él.
-Keith- Dijo Stanton, una pequeña advertencia sonaba en su voz -Respeto tus sentimientos, pero no estás en posición de hacer ese pedido-
Él se ruborizo -¡Palm Spings está a mi cargo! Tengo derecho a decidir que se hace en mi territorio-
-Puedo entender por qué te sientes de esa manera- Dijo mi padre. Increíble. Si Zoe o yo hubiéramos cuestionado la autoridad como Keith lo había hecho, nuestro padre no habría dudado en decirnos nuestros "derechos", o más bien, que no teníamos ninguno.
Keith había pasado un verano con mi familia, algunos alquimistas solían hacer eso mientras estaban en entrenamiento, y mi padre lo había tratado como el hijo que nunca había tenido. Incluso, habían habido diferencias entre su manera de ser con él y con nosotras. El tiempo y la distancia no habían disminuido eso.
-Palm Springs puede ser estar a tu cargo- Dijo Stanton -Pero este asignamiento viene de lugares en la organización que están muy por encima de tu alcance. Eres esencial para la coordinación, si, pero no tienes la última palabra aquí- A diferencia mía, sospechaba que Stanton había golpeado a un par de personas en sus días, y creo que quería hacerlo con Keith ahora. Era cómico que ella fuera mi defensora, en especial porque estaba bastante segura de que ella no se había creído mi historia de usar a Rose para progresar en mi carrera.
Keith parecía visiblemente calmado, se debía haber dado cuenta de que su explosión infantil no lo iba a llevar a ningún lado. -Lo entiendo. Pero estoy preocupado por triunfo de esta misión. Conozco a las dos chicas Sage. Incluso antes del "incidente" de Sydney, tenía serias dudas sobre ella. Pensé que al crecer cambiaria, por eso no dije nada en todo este tiempo. Ahora veo que estaba equivocado. Volviendo, creo que Zoe es una mejor elección por la posición familiar. No te ofendas, Jared- Le dio a mi padre lo que supuse que era una sonrisa encantadora.
Mientras tanto, se estaba haciendo difícil esconder mi incredulidad. -Zoe tenía 11 años cuando estuviste con nosotros- Dije -¿Cómo pudiste sacar esas conclusiones?- No le creí ni por un instante lo de sus "preocupaciones" por mí. No iba a caer en eso. Era probable que él se hubiera preocupado por el último día que estuvo con nosotras, cuando lo confronte por el oscuro secreto que tenia. Eso, estaba segura, era por lo que estaba haciendo todo esto. Quería que guardara silencio. Mi aventura con Rose era solo una excusa para lograrlo.
-Zoe siempre estuvo avanzada para su edad- Dijo Keith -Lo decías a veces-
-¡Zoe nunca ha visto un Strigoi, menos a un Moroi! Probablemente se paralizaría si lo hiciera. Eso le pasa a muchos de los alquimistas- Señale -A quien envíen tiene que ser capaz de estar cerca a ellos, y no importa de lo que pienses de mis razones, estoy acostumbrada a ellos. No me gustan, pero se como tolerarlos. Zoe solo tiene lo básico de la educación, y solo ha estudiado en nuestra casa. Todos dicen que esto es un trabajo serio. ¿Quieren arriesgarse a fallar porque enviaron a alguien sin experiencia y temores sin fundamentos?-
Acabe, orgullosa por permanecer calmada y ofrecerles un argumento muy razonable.
Barnes se removió incomodo -Pero si Keith tuvo dudas años atrás...-
-El entrenamiento de Zoe es suficiente para que pueda arreglárselas- Dijo mi padre.
¡Hace cinco minutos mi padre me había apoyado! ¿Había alguien escuchándome? Era como si fuera invisible ahora que Keith estaba en la habitación. Horowitz había estado ocupado limpiando y guardando sus herramientas para los tatuajes, pero levanto la vista para burlarse de la observación de Barnes.
-Dijiste las palabras mágicas "años atrás" Keith no pudo ser mucho más mayor de lo que son estas chicas ahora- Horowitz cerró su caja de herramientas y se apoyo casualmente en la pared, con los brazos cruzados. -No dudo de ti, Keith. No exactamente. Pero no estoy seguro de la opinión que puedas tener de ellas cuando eran unos niños-
Para la lógica de Horowitz, él estaba diciendo que yo era aun una niña, pero no me importo. Había dicho sus comentarios de una manera sencilla y fácil de entender, sin embargo Keith se quedo mirándolo como un idiota. Keith lo sabía, también, y se volvió totalmente rojo.
-Estoy de acuerdo- Dijo Stanton, quien se estaba poniendo impaciente. -Sydney quiere mucho esto, considerando que tendrá que tendrá que vivir con un vampiro-
¿Lo quería mucho? No exactamente. Pero haría lo que sea con tal de proteger a Zoe cueste lo que cueste y restaurar mi credibilidad. Si eso significaba frustrar a Keith Darnell en el camino, entonces...
-Espera- -Dije, repitiendo las palabras de Stanton -¿Dijiste vivir con vampiros?-
-Si- Dijo Stanton -Incluso si ella se está escondiendo, la chica Moroi tiene que aparentar tener una vida normal. Pensamos que mataríamos dos pájaros de un tiro si metíamos a alguien a la escuela privada con ella. Hacerse cargo de su educación e instinto. Hicimos arreglos para que fueran compañeras de habitación-
-Eso no significa... ¿Eso significa que tendré que ir a la escuela?- Pregunte, sintiéndome confundida -Me acabo de graduar- De la secundaria, al menos. Le había dicho varias veces a mi padre que me gustaría ir a la universidad pero me dejo en claro que él no pensaba que lo necesitara.
-¿Ven?- Dijo Keith, saltando ante la oportunidad -Es muy grande. La edad de Zoe coordinaría más-
-Sydney pude pasar por senior. Tiene la edad correcta- Stanton me apoyo una vez más -Además, estudiaste en casa, ¿no?
Esto será una nueva experiencia para ti. Podrás ver lo que te perdiste-
-Probablemente será fácil para ti- Dijo mi padre a regañadientes -Tu educación fue superior a la que cualquier lugar te podría haber dado- Buen cumplido ambiguo, papá.
Tenía miedo de mostrar que tan incomodo se me estaba haciendo este acuerdo. Lo resolví mirando a Zoe, lo que cambio mi pensamiento, pero las complicaciones seguían creciendo. Repetir la secundaria. Vivir con un vampiro. Mantenerla como testigo protegido. No me incomodaba estar cerca a un vampiro, pero compartir habitación con uno, incluso si era Jill, era desconcertante. Otra complicación vino a mi mente.
-¿También serás un alumno encubierto?- Pregunte a Keith. La idea de prestarle mis notas me daba nauseas.
-Claro que no- Dijo, sonando insultado -Soy muy mayor. Seré el enlace local para la misión- Estaba segura de que él había creado ese título en ese momento -Mi trabajo es ayudar en las coordinaciones del trabajo y reportar todo a mis superiores. Y no lo voy a hacer si ella va- Miro a todos a la cara cuando hablo, pero no cabía duda sobre quiere era ella. Yo.
-Entonces no se- Dijo Stanton francamente -Sydney va a ir. Esa es mi decisión, y voy a argumentar ante las autoridades superiores que estás de acuerdo. Si está en contra de su asignamiento, señor Darnell, me encargare personalmente de su transferencia fuera de Palm Springs y no tendrás que acordar nada con ella nunca más-


Todos los ojos quedaron puestos en Keith, y él asintió. Me di cuenta de que ella lo había hecho caer en una trampa. Tuve que imaginar que era por el clima que Palm Springs no tenía mucha acción vampírica. El trabajo de Keith debía ser bastante sencillo, cuando me toco trabajar en San Petersburgo tenía que hacer mucho control de daños. Ese lugar era un refugio de vampiros, al igual que algunos otros lugares en Europa y Asia donde mi padre me había llevado de viaje. Ni siquiera voy a hablar de Praga. Si Keith era transferido, no solo corría el riesgo de tener más trabajo si no que le podía tocar uno de los peores lugares. Porque a pesar de que Palm Springs no era un lugar deseable por los vampiros, sonaba como un lugar asombroso para los humanos.


La expresión de Keith lo confirmaba. Él no quería dejar Palm Springs. -¿Qué pasa si mientras estamos ahí tengo una razón para sospechar de ella por traición, de nuevo?-


-La reportas- Dijo Horowitz, moviéndose inquieto. Era obvio que él no estaba impresionado con Keith -Lo que haría cualquiera-


-Podría adelantar el entrenamiento de Zoe en ese tiempo- Dijo mi padre, casi disculpándose con Keith. Era claro de qué lado estaba. No era del mío. Ni siquiera del de Zoe, realmente. -Entonces, si crees que Sydney está fallando la puedes remplazar con ella-


Me estremecí al notar que Zoe seguía atada a esto. Si mi padre la estaba manteniendo en espera significaba que aun no estaba fuera de peligro. Los alquimistas podrían poner sus garras en ella, así como Keith. Me prometí que no importaba lo que me tomara, aunque tuviera que darle uvas en su boca, no le daría razones a Keith para dudar de mi lealtad.


-Bien- Dijo, la palabra sonó como si le estuviera causando dolor -Sydney puede ir... por ahora. Pero estaré vigilándote- Fijo su mirada en mí -Y no voy a cubrirte. Vas a ser responsable y mantendrás a la chica vampiro en línea y le darás de comer-


-¿Alimentarla?- Dije sin comprender. Claro, Jill necesitaría sangre. Por un momento, toda mi confianza vacilo. Era sencillo hablar sobre andar con un vampiro a solas cuando no pensabas en lo que los hacia lo que eran. Sangre. Era terrible, su necesidad natural de alimentarse para existir. Una horrible imagen lleno mi mente. ¿Se suponía que tenía que darle mi sangre? No, eso era ridículo. Esa era una línea que los alquimistas nunca cruzábamos. Tomando aire, trate de ocultar mi pequeño momento de pánico. -¿Cómo piensan alimentarla?-


Stanton señalo a Keith con la cabeza -¿Le explicas?- Me pareció que ella le estaba dando una oportunidad de sentirse importante, de subir su autoestima luego de su derrota. Él fue de lleno en eso.


-No vamos a tener solo un Moroi viviendo en Palm Springs- Dijo Keith. Mientras hablaba me di cuenta que su despeinado cabello estaba cubierto de gel, lo que le daba un brillo viscoso. No me parecía atractivo en lo más mínimo. Además, no confiaba en un chico que usaba más productos para el cabello que yo. -Y si me lo preguntas, él está loco. Pero es un loco inofensivo, y eso que ninguno de ellos es inofensivo. Es alguien mayor que vive a las afueras de la ciudad. Él no depende del gobierno Moroi y no está asociado con nadie, así que no le va a decir a nadie que están ahí. Lo más importante, tiene un alimentador que está dispuesto a compartir-


Fruncí el ceño -¿Realmente quieren que Jill pase el rato que está en contra del gobierno Moroi? La misión es mantenerla a salvo. Si la llevan donde un rebelde, ¿cómo sabremos que él no la va a tratar de usar?-


-Eso es un buen punto- Dijo Michaelson, viéndose muy sorprendido.


No tenía la intención de destruir el plan de Keith. Mi mente había ignorado eso, fijándose solo en un potencial problema y señalándolo. Por la mirada que me dio, pensé, era como si lo hubiera hecho a propósito para que descartaran su idea y hacerlo quedar mal.


-Obviamente no le diremos quien es ella- Dijo, la furia brillaba en sus ojos -Eso sería estúpido. Y él no está de parte de nadie. No es parte de nada. Está convencido de que los Moroi y sus guardianes lo dejaron, así que no quiere nada con ninguno de ellos. Le conté una historia sobre como la familia de Jill tiene sentimientos antisociales, así que lo comprendió-


-Está bien ser cautelosos, Sydney- Dijo Stanton. Había un destello de aprobación en sus ojos, como si le complaciera defenderme. Esa aprobación significaba mucho para mí, considerando la intensidad con la que siempre actuaba ella. -No podemos asumir nada sobre ellos. Sin embargo confirmamos todo sobre ese Moroi con Abe Mazur, quien está de acuerdo con que es inofensivo-


-¿Abe Mazur?- Se burlo Michaelson mientras se rascaba su barba canosa -Si, estoy seguro que él es un experto sobre quién es y quien no es inofensivo-


Mi corazón se sacudió ante la mención del nombre, pero intente no mostrarlo. No reacciones, no reacciones. Le ordene a mi rostro. Después de un profundo respiro, pregunte muy, muy cuidadosamente. -¿Es Abe Mazur el Moroi que viene con Jill? Lo conocí antes... pero pensé que habían dicho que era un Ivashkov quien venía con ella- Si Abe Mazur iba a vivir en Palm Spring, eso cambiaria las cosas significativamente.


Michaelson se burlo -No, nunca te enviaríamos con Abe Mazur. Él solo está ayudando a la organización con este plan-


-¿Qué hay de malo con Abe Mazur?- Pregunto Keith. -No sé quien es-


Estudie a Keith muy de cerca mientras hablaba, buscando un poco de decepción. Pero, no. Su expresión era inocente, solamente curiosa. Sus ojos azules, o más bien ojo, mostraba confusión, lo que contrastaba con su usual arrogancia. Él nombre de Abe no significaba nada para él. Solté el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo.


-A canalla- Dijo Stanton categóricamente. -Sabe muchas cosas que no debería. Es útil, pero no confió en él-


¿Un canalla? Eso era subestimarlo. Abe Mazur era un Moroi cuyo apodo en Rusia, Zmey la serpiente, decía todo. Abe había hecho muchos favores para mi, favores que me costaron un enorme riesgo para mí misma. Parte del pago había sido ayudar a Rose a escapar. Bueno, él lo llamó pago, yo lo llame chantaje. No tenía intención de cruzar camino con él de nuevo, en especial porque tenía miedo de que fuera lo siguiente que me pediría. La parte frustrante era que no tenía a quien pedirle ayuda. Mis superiores no reaccionarían bien si se enteraran, eso solo se sumaría a mis otras actividades con vampiros, había hecho tratos con ellos.


-Ninguno de ellos es confiable- Señalo mi padre. Hizo la señal contra el mal de nuevo, dibujando una cruz con su mano izquierda en su hombre derecho.


-Sí, bueno, Mazur es el peor- Dijo Michaelson. Él bostezo, recordándonos a todos que era la medianoche. -¿Está todo listo, entonces?-


Hubo murmullos de asentimiento. La expresión tempestuosa de Keith demostraba cuan infeliz estaba sobre el camino que habían tomado las cosas, pero no hizo más comentarios para evitar que fuera yo la elegida. -Supongo que nosotros podemos irnos ahora- Dijo.


Me tardo un segundo darme cuenta de que con "nosotros" se refería a él y yo. -¿Ahora?-


Él se encogió de hombros. -Los vampiros estarán en camino pronto. Tenemos que ver que todo esté seguro para ellos. Si tomamos un desvió, podríamos estar ahí mañana en la tarde-


-Genial- Dije rígidamente. Un viaje en auto con Keith. Ugh. Pero, ¿qué más podía hacer? No tenía elección en esto, y aun si la tuviera, no estaría en posición de pedirle algo a otro alquimista. Había jugado todas mis cartas esa noche, y tenía que creer que estar con Keith era mejor que tener que volver a tomar el entrenamiento. Además, había luchado una gran batalla para probarme a mi misma y para evitar que vaya Zoe. Tenía que continuar mostrándome dispuesta a todo. Mi padre me dio una mochila con el mismo entusiasmo con el que me ordeno ponerme presentable, antes.


Deje a los otros hablando y corrí en silencio a mi habitación, aun consciente de que mi madre estaba durmiendo. Gracias a los viajes sorpresa que mi padre me había hecho hacer durante mi infancia, era una experta en empacar rápido y eficientemente. De hecho, siempre tenía una bolsa de artículos de aseo empacados. El problema no era la velocidad, sino el preguntarte que tanto debías llevar. No me habían especificado la duración del asignamiento, y tenía la impresión de que nadie lo sabía. ¿Estábamos hablando de un par de semanas? ¿El año escolar entero? Había escuchado a alguien mencionar que los Moroi querían derogar la ley que ponía en peligro a Jill, pero eso parecía un proceso legal que tardaría un tiempo. Para empeorar las cosas, ni siquiera sabía que vestir en la secundaria. Lo único de lo que estaba segura era de que haría calor. Termine empacando diez de mis trajes más ligeros y espere que pudiera ir a la lavandería.


-¿Sydney?-


Estaba poniendo mi laptop en su bolso cuando Zoe apareció en la puerta. Había rehecho sus trenzas para que se vieran mas ordenadas, y me pregunte si lo había hecho para impresionar a nuestro padre. -Hey- Dije, sonriéndole. Entro a la habitación y cerró la puerta tras ella. Estaba complacida de que viniera a despedirse. La iba a extrañar y quería hacerle saber que...


-¿Por qué me hiciste eso?- Me reclamo antes de que pudiera decir algo -¿Sabes lo humillada que estoy?-


Me sorprendió y me quede sin habla un momento -Yo... ¿de qué estás hablando? Estaba tratando de...-


-¡Me hiciste quedar como una incompetente!- Dijo. Estaba sorprendida de ver lagrimas en sus ojos -¡Continuaste hablando de cómo no tengo nada de experiencia y no podía soportar escucharte a ti y a papá! Quede como una idiota frente a los otros alquimistas y Keith-


-Keith Darnell no es alguien a quien debas querer impresionar- Dije rápidamente, tratando de controlar mi temperamento. Viendo su expresión de rabia, suspire y repetí la conversación que habíamos tenido en el estudio. No había tratado de hacer lucir mal a Zoe más que para mostrar que no era la indicada para mandar lejos. No pensaba que ella lo tomaría así. -Mira, no estaba tratando de avergonzarte, estaba tratando de protegerte-


Soltó una dura carcajada, y la ira sonó extraña saliendo de alguien tan gentil como Zoe. -¿Es como lo llamas? ¡Incluso dijiste que querías un ascenso!-


Hice una mueca. Si, había dicho eso. Pero no le podía decir la verdad. Ningún humano debía saber la verdad acerca del por qué había ayudado a Rose. Mintiéndole a mi propia sangre, especialmente a mi hermana, me dolía, pero no había nada que pudiera hacer. Como siempre, me sentía atrapada en el medio. Así que ignore el comentario.


-Nunca intentes ser un alquimista- Dije -Hay mejores cosas para ti haya afuera-


-¿Por qué no soy tan lista como tú?- Pregunto -¿Por qué no hablo cinco idiomas?-


-Eso no tiene nada que ver- Respondí -Zoe, eres maravillosa, ¡probablemente serias una buen alquimista! Pero créeme, la vida de los alquimistas... no quieres ser parte de eso-


Quería decirle que lo detestaría. Quería decirle que nunca sería responsable de su propio futuro y que nunca podría tomar decisiones propias. Pero mi sentido del deber me lo impido, y me mantuve en silencio.


-Lo seré- Dijo -Ayudare a protegernos de los vampiros... si papá lo desea- Su voz vacilo un poco, y de repente me di cuenta de que era lo que la impulsaba a querer ser un alquimista.


-Si quieres agradarle a papá, encuentra otra forma. La causa de los alquimistas puede ser buena, pero una vez que eres uno de ellos, les perteneces- Desee poder explicarle como se sentía -No quieres esta vida-


-¿Por qué lo quieres todo para ti?- Me reclamó. Ella era unos centímetros mas baja que yo pero su furia la hacía ver inmensa.


-¡No! No quiero... no lo entenderás- Dije finalmente. Quería mover mis manos en un gesto de desesperación, pero me contuve como siempre.


La mirada que me dio me dejo congelada. -Oh, creo que lo entiendo perfectamente- Se dio la vuelta y salió apurada de la habitación, aun sin hacer ruido. Su temor a molestar a nuestro padre me hizo enojar.


Camine hasta donde había estado ella y me sentí terrible. ¿Como podía pensar que estaba tratando de llevarme la gloria y hacerla quedar mal? Porque eso era exactamente lo que estabas haciendo, señalo una voz dentro de mí. Supongo que tenía razón, pero nunca espere que ella se sintiera ofendida.


Nunca había imaginado que ella estuviera interesada en ser una alquimista. Incluso ahora, me sorprendería que su deseo fuera más por ser parte de algo, y probarse a sí misma y a nuestro padre que ella deseaba tomar esta misión.


Cualquiera que fueran sus razones, no había nada que pudiera hacer ahora. No me gustaba la manera en la que los alquimistas habían hecho un trato sobre mí, pero todavía estaba convencida de que era para proteger a los humanos de los vampiros. Y definitivamente creía en poder mantener a salvo a Jill de su propia gente y evitar una guerra civil.


-¿Por qué te demoraste tanto?- Pregunto mi padre cuando regrese al estudio. Mi conversación con Zoe había durado unos minutos, lo que era dos minutos demasiado largos para él. No hice el intento de responderle.


-Estoy listo para parir cuando tú lo estés- Me dijo Keith. Su humor había cambiado mientras estaba arriba. La amabilidad manaba de él ahora, con tanta intensidad que nadie la reconoció como falsa. Al parecer había decido mostrarse más amable conmigo, todo para impresionar a los otros o para evitar que dijera lo que sabía sobre él. Aunque tuviera esa sonrisa plástica. Había una rigidez en su postura por la manera en la que cruzaba los brazos que me decía, y a nadie más, que no estaba feliz de ir conmigo al igual que yo. -Puedo conducir la mayor parte del viaje-


-No me molestaría hacer mi parte- Dije, tratando de no mirar su ojo de vidrio. Además no seria cómodo ser llevada en un auto manejado por alguien que tenía un problema para percibir defectos a la distancia.


-Me gustaría hablar con Sydney en privado antes de que se vaya, si está bien- Dijo mi padre.


Nadie tenía problemas con eso, y él me llevo a la cocina, cerrando la puerta tras nosotros. Estuvimos en silencio por unos momentos, mirándonos con los brazos cruzados. Me atreví a desear que tal vez fuera a recibir una disculpa por como habían estado las cosas entre nosotros el último mes, que me dijera que me perdonaba y que me quería. Honestamente, me hubiera hecho feliz si él simplemente quisiera darme un privado y paternal adiós.


Me miro con atención, sus ojos marrones eran idénticos a los míos. Esperaba nunca tener la misma mirada fría que él. -No tengo que decirte cuán importante es esto para ti, para todos nosotros-


Demasiado cariño paternal-


-No señor- Dije -No debe-


-No sé si podrás deshacer la desgracia que nos trajo sobre nosotros el que huyeras con ellos, pero esto es un paso en la dirección correcta. No arruines esto. Estas siendo probada. Sigue las órdenes. Mantén a la chica Moroi fuera de problemas- Suspiro y pasó sus dedos por su cabello rubio oscuro, que también había heredado. Era extraño, pensé, teníamos muchas cosas en común... pero éramos muy diferentes -Gracias a Dios, Keith está contigo. Sigue sus órdenes. Él sabe lo que hace-


Me puse rígida. Había una nota de orgullo en su voz de nuevo, como si Keith la mejor cosa que caminaba sobre la tierra. Mi padre se había encargado de que mi entrenamiento fuera minucioso, pero cuando Keith estuvo con nosotros, mi padre lo llevo a viajes y le dio lecciones de las que nunca fui parte. Mi hermana y yo habíamos estado furiosas. Siempre habíamos sabido que a mi padre lamentaba haber tenido solo hijas, y eso estaba comprobado. Pero no eran los celos lo que hacía rechinar mis dientes y hervir mi sangre ahora.


Por un momento pensé, ¿Qué pasaría si le dijera lo que sabía? ¿Que pensaría de su chico dorado? Pero al mirar en los ojos de mi padre tuve mi respuesta. Nadie me creería. Eso fue seguido de la voz de una niña asustada, pidiéndome y mirándome con unos grandes ojos marrones. No lo digas, Sydney. Hagas lo que hagas, no digas lo que hizo Keith. No le digas a nadie. No podía traicionarla a ella de esa manera.


Mi padre aun estaba esperando por mi respuesta. Tome un respiro y asentí. -Sí, señor-


Elevo sus cejas, claramente satisfecho y me apretó el hombro. Eso era lo más cercano a una muestra de afecto. Me estremecí, tanto por la sorpresa como debido a lo rígida que estaba por la frustración. -Bien- Él avanzo hasta la puerta de la cocina donde se detuvo para voltearse a verme. -Quizás aun hay una esperanza para ti-