"Porque sin duda alguna... el amor prohibido... es el más placentero..."

martes, 16 de agosto de 2011

Capitulo 1 de Succubus Revealed en español

CAPITULO 1


Esta no era la primera vez que usaba un vestido de aluminio. Era, sin embargo, la primera vez que lo usaba en un entorno familiar.


-¡Vixen!-


La voz de Santa retumbo por encima de la multitud que había en el centro comercial, y me apresure a alejarme de donde había estado acorralando a un grupo de niños vestidos a rayas. No era el verdadero Santa Claus quien me llamaba, por supuesto. El hombre sentado en el trono se llamaba Walter algo, pero les pedía a los que trabajábamos como sus “elfos” que lo llamáramos Santa. Por el contrario, él nos había bautizado a todos con nombres de los 7 enanitos y con el de los renos. Se tomaba su trabajo muy en serio y nos dijo que los nombres lo ayudaban a mantenerse en el personaje. Si cuestionábamos eso, nos entretendría con sus historias sobre su extensa carrera como actor Shakesperiano, que según él había llegado a su fin debido a su edad. Nosotros teníamos otras ideas de porque había terminado su corta carrera.


-Santa necesita otra bebida- Me dijo en un susurro, una vez que llegue a su lado -Gruñón no quiere darme uno- Inclino su cabeza hacia otra mujer con vestido de aluminio verde. Ella detenía a un niño que se retorcía mientras Santa y yo conversábamos. Reconocí su expresión de dolor al tiempo que miraba mi reloj.


-Bueno, Santa- Dije -Eso es porque solo ha pasado una hora desde que tomaste el último. Sabes el trato: un trago en tu café cada tres horas-


-¡Hicimos ese trato hace una semana!- Siseó -Antes de que la multitud creciera. No tienes ni idea de lo que soporta Santa- No sabía si era parte de su actuación o si simplemente era un capricho de su personalidad, pero también solía referirse mucho a sí mismo en 3era persona -Una niña me acaba de pedir buenas calificaciones para entrar a Yale. Creo que ella tenía nueve años-


Le ahorre el momento de compasión. El centro comercial donde estábamos estaba en una de las zonas más adineradas de Seattle, y a veces las solicitudes iban más allá de balones de futbol y ponies. Los niños también solían estar mejores vestidos que yo (cuando no tenia puesta mi ropa de elfo), lo que era una gran hazaña.


-Lo siento- Dije. Tradición o no, poner niños en el regazo de un hombre mayor era espeluznante para m. No necesitábamos mezclar alcohol en esto -El trato se mantiene-


-¡Santa no podrá soportar mucho más de esto!-


-Santa tendrá un descanso en 4 horas- Señale.


-Desearía que Cometa estuviera aquí- Dijo petulante -Ella es más indulgente con las bebidas-


-Sí. Y estoy segura de que ella esta bebiendo mucho ahora, ya que está desempleada- Cometa, una ex duende, había sido generosa con los tragos de Santa y también con los de ella misma. Ella pesaba la mitad de lo que él así que los gerentes la habían llamado para que se quitara su uniforme. Le hice un gesto a Gruñón -Adelante-


El niño se Adelanto y se subió al regazo de Santa. Para su crédito, Santa se metió en su papel y no me molesto (o al niño) pidiéndome un trago -¡Ho ho ho! ¿Qué te gustaría para esta temporada de vacaciones de invierno?- Incluso usaba un acento británico, lo que no era necesario para el papel pero lo hacía ver más autoritario.


El niño lo considero -Quiero que mi papa vuelva a casa-


-¿Ese es tu padre?- Pregunto Santa, mirando a la pareja que estaba cerca a Gruñón. La mujer era linda y rubia, parecía alguien de 30 años que usaba mucho botox. Me sorprendería si el chico que estaba con ella tenía la edad suficiente como para estar fuera de la universidad, me sorprendería muchísimo.


-No- Dijo el niño -Son mi mama y su amigo Roger-


Santa estuvo en silencio unos minutos -¿No hay nada más que quieras?-


Los deje y volví a mi lugar cerca del comienzo de la línea. La noche iba avanzando, y el número de familias aumentaba. A diferencia de Santa, mi turno acababa en menos de una hora. Podría hacer algo de compras y perderme la peor parte del tráfico. Como empleada del centro comercial, tenía un considerable descuento, lo que hacía al Santa ebrio y los vestidos de aluminio más fácil de soportar. Una de las mejores cosas de la época mas feliz del año era que todos los grandes almacenes tenían muchos cosméticos y fragancias para regalo, regalos que necesitaba desesperadamente en mi baño.


-¿Georgina?-


Mis sueños de ciruelas y Christian Dior fueron interrumpidos por el sonido de una voz familiar. Me di la vuelta y sentí mi corazón hundirse cuando vi una mujer de mediana edad con el cabello corto.


-Janice, hey. ¿Cómo te va?-


Mi ex compañera de trabajo me devolvió una sonrisa perpleja -Bien. Yo… no esperaba verte aquí-


Tampoco espera que me viera aquí. Fue una de las razones por las que elegí trabajar fuera de la ciudad, específicamente para evitar ver a alguien de mi antiguo trabajo. -Seguramente ¿No vives en Northgate?- Trate de no sonar como si la estuviera acusando.


Asintió mientras colocaba su mano en el hombre de una pequeña de cabello oscuro -Lo hacemos, pero mi hermana vive allí, y vamos a visitarla después de que Alicia hable con Santa-


-Ya veo- Dije, sintiéndome mortificada. Maravilloso. Janice va a regresar a Emerald City Libros y Café, y le diría a todos que me vio vestida como un elfo. Nada podría hacer las cosas peor, supongo. Todo el mundo pensaba que era una prostituta. Esa era la razón por la que renuncie semanas atrás. ¿Que era estar vestida como un elfo después de eso?


-¿Este Santa tiene algo?- Pregunto Alicia impaciente -El del año pasado no me dio lo que quería-


Durante el zumbido de la multitud apenas escuchaba a Santa diciendo -Bueno, Jessica, no hay mucho que Santa pueda hacer con la tasa de interés- Me volví hacia Alicia.


-Depende de lo que desees- Dije.


-¿Como acabaste aquí?- Pregunto Janice, con una pequeña mueca.


Sonaba preocupada, lo que me parecía mejor que un regodeo. Tenía la sensación de que había un grupo de personas en la librería que adorarían mi sufrimiento… no era que este trabajo fuera tan malo.


-Bueno, esto es temporal, obviamente- Explique -Me da algo que hacer mientras tengo otras entrevistas, y tengo un descuento en el centro comercial. Y realmente, es otra forma de servicio al cliente- Estaba intentando muy duro no sonar desesperada o a la defensiva, pero con cada palabra, la intensidad de cuanto extrañaba mi antiguo trabajo me golpeaba fuerte.


-Oh, bien- Dijo, mirándome algo aliviada -Estoy segura de que encontraras algo pronto. Parece que la línea se está moviendo-


-Espera, Janice- La tome del brazo antes de que se alejara. -¿Cómo… como esta Doug?-


Deje muchas cosas en Emerald City: una posición de poder, una buena atmosfera, ilimitados libros y cafés… pero tanto como extrañaba esas cosas, no las extrañaba tanto como extrañaba a una persona: mi amigo Doug Sato. Él, más que nada, fue lo que me impulso a renunciar. No habría sido capaz de trabajar con él nunca más. Hubiera sido terrible, ver como alguien a quien quería me miraba con desprecio y decepción. Había tenido que alejarme de eso y sentía que había tomado la decisión correcta, pero seguía siendo duro alejarse de una persona que había estado en mi vida durante los últimos cinco años.


La sonrisa de Janice volvió. Doug tenía ese efecto en las personas. -Oh, tu sabes. Él es Doug. El mismo, chiflado Doug. La banda está progresando. Y creo que él puede con tu trabajo. Er, tu antiguo trabajo. Están buscando tu remplazo- Su sonrisa se desvaneció, como si se diera cuenta que eso podría molestarme. No lo hizo, mucho.


-Eso es genial- Dije -Estoy feliz por él-


Ella asintió y se despidió antes de apurarse a regresar a la fila. Detrás de ella, una familia de cuatro dejo de enviar mensajes en sus celulares iguales. Un momento después, volvieron a sus celulares, sin duda contándoles a sus amigos del Twitter su tonta experiencia en el centro comercial.


Puse una sonrisa alegre que no reflejaba como me sentía por dentro y continúe ayudando en la fila hasta que llego Estornudo, mi remplazo. Lo puse al día con el horario de bebida de Santa y luego fui a las oficinas administrativas del centro comercial. Una vez dentro del baño, cambie de forma para quitarme el vestido, me puse un jean y un suéter mucho más elegante. Incluso hice azul el suéter para evitar las confusiones. Estaba fuera del horario de la festividad.


Claro, mientras caminaba de vuelta al centro comercial, no pude dejar de notar que nunca estaba fuera del horario de mi trabajo principal: ser una succubus en el servicio ilustre del infierno. Siglos de corrupción y seducción de almas me había dado un sexto sentido para detectar quienes eran los más débiles a mis encantos. Las fiestas, que aparentaban ser un tiempo de alegría, también solían sacar lo peor de las personas. Podía sentir la desesperación en todas partes. Aquellos que esperaban desesperadamente encontrar el regalo perfecto para ganar el cariño de los que amaban, los insatisfechos con su capacidad de proporcionarle cosas a los que amaban, los que tenían que comprar todo para tener una “perfecta” fiesta en la que ni siquiera estaba interesados… Si, estaba en todas las partes si sabía buscarlo: el dolor y la frustración escondida en la alegría. Esas eran las clases de almas que estaban listas para ser tomadas. Podría haber elegido a cualquier cantidad de chicos y cumpliría mi cuota de la semana.


Mi corta experiencia con Janice me había dejado un sentimiento extraño, como sea, y no podía reunir la energía necesaria para tener una conversación con un descontento hombre de negocios suburbano. En cambio, me consolé comprando cosas para mi e incluso algunos regalos necesarios para los demás, demostrando que no era totalmente egoísta. Para cuando me fui, sentía que el trafico se había calmado y me sería fácil conducir hasta la ciudad. Cuando pase por el centro, escuche la risa ho-ho-ho de Santa mientras agitaba sus brazos, lo que asustaba al pequeño niño que estaba en sus piernas. Suponía que alguien debía haber roto el acuerdo sobre beber.


Camino a casa me di cuenta de que tenía 3 mensajes de voz, todos de mi amigo Peter. Antes de que pudiera escucharlos, el teléfono sonó.


-¿Alo?-


-¿Donde estas?- La voz frenética de Peter lleno mi Passat.


-En mi carro ¿Tu?-


-En mi departamento. ¿Dónde más? ¡Todos están aquí!-


-¿Todos? ¿De qué estás hablando?-


-¿Lo olvidaste? Maldita sea, Georgina. Era mucho más puntual cuando estabas sola y triste-


No hice caso al calendario y revise mi calendario mental. Peter era uno de mis mejores amigos. Además era un vampiro neurótico, obsesivo compulsivo que adoraba hacer cenas y fiestas. Usualmente hacia una a la semana, nunca por la misma razón, así que era fácil olvidarse.


-Es noche de fondue- Dije al fin, orgullosa de mi misma por recordarlo.


-¡Sí! Y el queso se está enfriando. No estoy hecho de Sterno (un aparato para calendar comida), sabes-


-¿Por qué no empezaron a comer?-


-Porque somos civilizados-


-Discutible- Medite sobre si quería ir o no. Parte de mi quería ir a casa y acurrucarme con Seth, pero sentía que él estaba trabajando. Probablemente tendría que esperar para acurrucarme, mientras que podría apaciguar a Peter en este momento. -Bien. Empiecen sin mí, estaré ahí pronto. Estoy en el puente en este momento- Con nostalgia pase por la salida que me llevaría donde Seth y fije mi mirada en la que me llevaría donde Peter.


-¿Recordaste comprar vino?- Me pregunto.


-Peter, hace un minuto no recordaba que tenía que ir a tu casa. ¿Realmente necesitas el vino?- Había visto el gabinete de vinos de Peter. En un día cualquiera, él tenía docenas de vinos rose y blancos, nacionales e internacionales.


-No quiero quedarme sin los buenos- Dijo.


-Tengo serias dudas… espera. ¿Carter está ahí?-


-Si-


-Muy bien. Llevare algo de vino-


Llegue a su departamento 10 minutos después. Su compañero de cuarto y aprendiz, Cody, me abrió la puerta y me dio una gran sonrisa llena de colmillos. Luces, música, y el olor del fondue llego a mí. El departamento avergonzaría a Santa ya que la había llenado de adornos. Y no solo de Navidad.


-¿Desde cuándo tiene un candelabro- Le pregunte a Cody -Ninguno de los dos es judío-


-Bueno, tampoco somos cristianos- Menciono, llevándome al comedor -Peter quería tener un poco de muchas culturas. Los cuartos de huéspedes están decorados al estilo Kwanza, si conoces a alguien que busque una experiencia vulgar-


-¡No es vulgar!- Peter se levanto de la mesa donde mis amigos inmortales comían queso fundido. -No puedo creer que seas insensible respecto a las tradiciones religiosas de otras personas ¡Jesucristo! ¿Eso es una caja de vino?-


-Dijiste que querías vino- Le recordé.


-Quería buen vino. Por favor, dime que no es rose-


-Claro que es rose. Y no me dijiste que trajera buen vino. Dijiste que estabas preocupado de que Carter se tomara tus buenos vinos. Así que conseguí este para él, tu vino está a salvo-


A la mención de su nombre, la única criatura del cielo en la habitación me miro -Dulce-Dijo, aceptando la caja que le entregue -La pequeña ayudante de Santa hace delivery- Abrió la caja y miro a Peter -¿Tienes un sorbete?-


Me senté en el asiento vacío al lado de mi jefe, Jerome, quien sumergía un pedazo de pan en el queso cheddar. Era el Archidemonio de Seattle y había decidido verse como John Cusack en 1990, lo que hacía fácil olvidarse de su verdadera naturaleza a veces. Afortunadamente, su verdadera personalidad salía a relucir cada vez que abría la boca. -Estas aquí un minuto, Georgie, y has hecho que este encuentro decaiga un 50% en clase-


-Chicos, están comiendo fondue un martes en la noche- Les recordé -Lo podrían haber hecho bien sin mi-


Peter se había sentado de nuevo y trataba de aparentar calma -El Fondue es muy elegante. Todo esta en la presentación. ¡Hey! ¿Donde conseguiste eso?-


Carter había puesto la caja de vino en sus piernas, el dispensador estaba en la parte superior, y ahora bebía de ella con un gran sorbete que sospechaba había sido conjurado de la nada.


-Al menos no lo está haciendo con una botella de Pinot Noir- Le dije a Peter con buen humor. Me serví un poco de fondue y tome un pedazo de manzana. Al otro lado de Jerome, Hugh escribía en su celular, recordándome a la familia en el centro comercial. -¿Contándoles a todos sobre esta fiesta nada elegante?- Bromee. Hugh era un diablillo, un tipo de asistente administrativo del infierno, así que podría estar en la compra y venta de almas por teléfono.


-Claro- Dijo Hugh sin levantar la mirada -Estoy actualizando mi Facebook. ¿Sabes porque Roman no responde mi solicitud de amistad?-


-No lo sé- Dije -Apenas he hablado con él en estos días-


-Cuando hable con él temprano me dijo que tenía trabajo esta noche- Explico Peter -Así que debemos seguir adelante y elegir por él-


-¿Elegir?- Pregunte inquieta -Oh señor. No me digas que también es noche de Pictionary-


Peter suspiro cansado -Tenemos el sorteo del Santa Secreto. ¿Lees los mensajes que te envió?-


-¿Santa Secreto? No lo hicimos ya- Dije.


-Sí, hace un año- Dijo Peter -Como lo hacemos cada Navidad-


Mire a Carter quien estaba bebiendo su vino -¿Perdiste mi sombrero? Te ves como si debieras usarlo- El cabello rubio del ángel, que le llegaba a la barbilla, estaba más despeinado que de costumbre.


-Dinos lo que realmente piensas, Georgina- Respondió. Paso una mano por su cabello, pero solo empeoro las cosas. -Lo estoy guardando para una ocasión especial-


-Si me toca tu nombre de nuevo, voy a comprarte dos sombreros para que no tengas que guardarlo-


-No quiero que te molestes-


-No me molesta, tengo descuento en el centro comercial-


Jerome suspiro y dejo su tenedor. -¿Sigues haciendo eso, Georgie? ¿No sufro lo suficiente como para tener que soportar la humillación de que mi succubus pase sus noches vestidas como un elfo navideño?-


-Siempre me decías que renunciara a la librería y buscara otro trabajo- Le recordé.


-Sí, pero fue porque pensé que buscarías un trabajo más respetable. Como convertirte en una stripper o en la amante del alcalde-


-Esto es temporal- Le di a Carter la copa de cristal que había al lado de mi plato. La lleno de vino y me la devolvió. Peter gimió y murmuro algo sobre el despojo de Tiffany.


-Georgina no necesita más de esas cosas nunca más- Bromeo Cody -Está enamorada ahora-


Jerome miro fijamente al vampiro. -No vuelvas a decir algo tan acaramelado nunca más-


-Tú eres quien empezó- Le dije a Cody, incapaz de ocultar mi sonrisa. -Me sorprende que te hayas alejado de Gabrielle esta noche- Su rostro se lleno de ensueño a la mención de su amada.


-Eso hace dos de nosotros- Observo Peter. Sacudió la cabeza con amargura. -Ustedes chicos y sus perfectas vidas amorosas-


-Casi perfecta- Dije al tiempo que Cody decía. -Es perfecta-


Todos los ojos se fijaron en mí. Incluso Hugh dejo de mirar su celular. -¿Problemas en el paraíso?-


-¿Porque siempre asumen eso? Y no, por supuesto que no- Me burle, odiándome por el desliz -Las cosas son fantásticas con Seth-


Y lo eran. Solo con decir su nombre me llenaba de alegría. Seth. Seth era lo que hacía que todo valiera la pena. Mi relación con él era lo que había provocado los problemas con mis ex compañeros de trabajo. Ellos decían que yo era la razón por la que él había terminado su relación con la hermana de Doug. Lo que supongo era cierto. Pero no importaba cuanto amara ese trabajo, renunciar era un precio justo para estar con Seth. Podía soportar ser un elfo. Podía soportar las reglas que habíamos puesto sobre nuestra vida sexual para que mis poderes de succubus no lo secaran. Con él podía manejar todo. Incluso un futuro de condenación.


Había solo un par de diminutas cosas sobre mi relación con Seth que me hacían detenerme. Una de ellas había estado carcomiéndome por días, una que trataba de ignorar. Pero ahora, de repente, con mis amigos inmortales viéndome, finalmente tuve el poder de decírselos.


-Es solo que… no creo que alguno de ustedes le dijera a Seth mi nombre, ¿no?- Viendo la confusión de Peter, agregue -Mi nombre real-


-¿Por qué lo mencionas?- Pregunto Hugh disimuladamente, volviendo a su celular.


-Ni siquiera sé cuál es tu verdadero nombre- Dijo Cody. -¿No es Georgina?-


Me arrepentí de haberlo dicho. Era estúpido de mi parte preocuparme por eso, y por sus reacciones eso era lo que pensaban.


-¿No quieres que sepa tu nombre?- Pregunto Hugh.


-No… está bien. Solo que, bueno. Solo que es raro. Un mes atrás o algo así, cuando estaba medio dormido, me llamo así. Letha- Agregue, para que Cody entendiera. Me las arregle para pronunciar el nombre sin titubear. No era un nombre que me gustara. Lo deje de usar siglos atrás, cuando me volví una succubus, y estuve cambiando de nombre desde entonces. Desterré ese nombre, desterré mi vida antigua. Quería borrarlo con tantas ansias que vendí mi alma a cambio de que todos me olvidaran. Esa fue la razón por la que la conversación con Seth me desconcertó. No había manera de que el supiera mi nombre.


-Eres el mundo, Letha…- Me dijo soñoliento.


Él ni siquiera lo recordaba, y mucho menos recordaba donde lo había escuchado. -No lo sé- Me dijo cuando se lo pregunte luego -Mitos griegos, supongo. El río Lethe, donde las almas limpian sus recuerdos… para olvidar el pasado…-


-Es un lindo nombre- Dijo Cody.


Me encogí de hombros -El punto es que nunca se lo dije a Seth. Pero de alguna manera él lo sabe. No puede recordar nada de eso, donde lo escucho-


-Debe haberlo escuchado de ti- Dijo Hugh, siempre práctico.


-Nunca se lo dije. Recordaría si lo hubiera hecho-


-Bueno, de repente fue otro inmortal, estoy seguro que fue uno de ellos. Probablemente él lo escucho- Peter frunció el ceño -¿Tienes algún premio con tu nombre? Quizás él lo vio-


-No dejo mi premio por ser ‘La Mejor Succubus’ por ahí- Señale.


-Bueno, deberías- Dijo Hugh.


Mire a Carter detenidamente -Has estado muy callado-


Dejo de beber de la caja de vino -Estoy ocupado-


-¿Tu le dijiste a Seth mi nombre? Me lo has dicho antes- Carter, a pesar de ser un ángel, parecía tener un afecto genuino por nosotros, las almas condenadas de la habitación. Y al igual que un niño de primaria pensaba que la mejor manera de demostrarnos ese cariño era molestándonos. Llamándome Letha, cuando el sabia que detestaba el nombre, y algunos nombres de mascotas que nos había puesto.


Carter negó con la cabeza -Lamento decepcionarte, hija de Lilith, pero nunca se lo dije. Me conoces, soy un modelo de discreción- Se escucho un sonido de succión mientras se acababa el vino.


-Entonces ¿cómo lo averiguo Seth?- Demande -¿Cómo podría saber el nombre? Alguien debe habérselo dicho-


Jerome suspiro sonoramente -Georgie, esta conversación es más ridícula que la de tu trabajo. Ya tienes tu respuesta: ya sea que fuiste tú o otra persona, alguien se lo dijo. ¿Por qué todo tiene que ser tan dramático para ti? ¿Acaso buscas algo que arruine tu felicidad?-


Él tenía un punto. Y honestamente, no sabía porque me había molestado esto por tanto tiempo. Todos tenían razón. No había misterio aquí, no había ningún temblor. Seth debía haber escuchado mi nombre por ahí, fin de la historia. No había razón para que actuara de manera exagerada o para que suponga lo peor, solo un poco, la voz insistente en mi cabeza se negaba a olvidarlo.


-Es raro- Dije sin convicción.


Jerome puso los ojos en blanco -Si quieres algo de qué preocuparte, tengo algo-


Todo sobre Seth se alejo de mi mente. Todos en la mesa (excepto Carter, que seguía sorbiendo vino) se congelaron para escuchar a Jerome. Cuando mi jefe tenía algo de qué preocuparse había una posibilidad de que fuera algo terrorífico y feroz. Hugh también estaba sorprendido, lo que era una mala señal. Por lo general sabía las cosas al mismo tiempo que Jerome.


-¿Qué está pasando?- Pregunté.


-Tome unos tragos con Nanette la otra noche- Gruño. Nanette era la Archidemonia de Portland -Ya es bastante malo que no me deje olvidar lo de la invocación. También me dijo alguna mierda sobre que su gente es mejor que la mía-


Mire brevemente a mis amigos. No éramos exactamente empleados modelos del infierno, así que era posible que Nanette tuviera razón. Pero ninguno de nosotros se lo diría a Jerome.


-Así que- Continuo -Cuando lo negué, ella me exigió que probemos que subordinados infernales son los mejores-


-¿Cómo?- Preguntó Hugh, mirando ligeramente interesado -¿Quien corrompe más almas?-


-No seas ridículo- Dijo Jerome.


-¿Entonces con qué?- Pregunte.


Jerome nos dio una sonrisa con los labios apretados. -Con bowling-


Traducido por VAMPIRE ACADEMY PERÚ ( si coges la info danos el credito ^^)

1 comentario:

  1. Realmente fascinante la historia. Quiero felicitarte por el blog, muchas gracias.

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